15 - Ella

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Aquello fue una locura, aun lo creo, lo admito. No se en qué momento creí que aquello sería buena idea, pero venía con un rutina tan tranquila y monótona, que aceptar la invitación me pareció una forma de decirle a la vida que quería cosas diferentes.

Y que suerte que acepté.

Aquel café nos quedó corto para tanto que teníamos por hablar.

Hablamos de su travesía actual, de la descabellada idea de salir solo y sin rumbo hacia esa aventura que en cierta forma me hacía admirarlo. Hablamos también de mis días en la escuela y lo que significaba para mi la docencia.

–Te brillan los ojos cuando hablas de eso –me dijo sonriendo.

Me sentí ruborizar, pero era cierto. Amaba lo que hacía.

–¿Y a ti? ¿Qué es lo que te gusta?

La pregunta pareció sorprenderlo. Tomó un sorbo de café y su mirada se quedó perdida por unos instantes.

–Viajar, supongo. O quizás viajo para descubrirlo. ¿Acaso es fácil definir lo que uno ama hacer?

Me encogí de hombros.

–Para mi lo fue.

–Has tenido suerte entonces.

–Aunque no me cierro a la idea de que aparezca algo que ame mas.

–Me gusta tu postura.

–Aunque dudo que aparezca.

–Mientras te mantengas abierta a que suceda, no hay problema.

Reímos.

También hablamos del verano y de lo que cada uno había hecho. Él comenzó su viaje, yo me dediqué a descansar, ordenar, ir con mis amistades al río...

–¿Tienes novio?

Hice una mueca y negué. Qué clase de pregunta era aquella.

–¿Has amado?

–Si, creo que sí.

–No, cuando uno ama no duda. Te marca y no hay forma de dudarlo.

–¿Dices que entonces lo que sentí no llegó a ser amor?

–Solo tú lo sabes.

Aquello me dejó dudando, pero no quise quedarme a habitar la duda y mucho menos hacerla notar.

–¿Y qué hay de ti?

–Si, he amado. Fuertemente. Pero también he descubierto que hay vida después del amor.

Corazón de hojas (Amor de estaciones #2)Where stories live. Discover now