Después de aquella cena decidimos apostarlo todo.
Solo nos bastó mirarnos para saber que esta vez sería un sí. Un sí a todo.
Ya no teníamos nada que perder. Es más, teníamos todas las de ganar.
Me mudé con él a Colonia Basilia y pudimos completar un punto más de la lista que habíamos ideado aquella tarde en la costa.
Fue un volver a conocernos, porque ya no éramos los mismos.
Pero aun así, a pesar de toda la vida que había pasado, el latido en común seguía estando.
Nos volvimos a elegir como aquel otoño.
Y esta vez, el latido no tuvo límites.
Nos amamos por el resto de nuestras vidas.
Nos amamos siempre
FIN
YOU ARE READING
Corazón de hojas (Amor de estaciones #2)
Short StoryUn joven arma su mochila y sale de su pueblo con destino a todas partes. Su único objetivo es recorrer el mundo. Una joven de la gran ciudad está viviendo su sueño de ser maestra. En esos años son muy pocas las mujeres que logran tal independencia...