Leves golpecitos en la puerta me sacaron de la lectura del libro. Estaba tan concentrada que no podía definir a ciencia cierta si era la primera vez que golpeaban.
Me levanté de la silla y fui a abrir.
—Vieron, les dije que estaría acá —fue lo primero que dijo Nilda cuando me vio.
Venía acompañada de Ana y de Elena.
—¿Estás ocupada?
—¿Cuál es el plan? —pregunté sabiendo que si venían las tres hasta la puerta de mí casa era por algún motivo específico.
—Ir a la fiesta del río, claro. ¿O tienes otros planes para hoy?
Definitivamente, ninguno. Y las ganas de ir a la fiesta habían incrementado con el correr de las horas. Aunque por motivos bastante diferentes a la fiesta en sí.
Las hice pasar para que me esperarán mientras me cambiaba.
Fuimos hasta la parada que quedaba a unas cuadras de mí casa y para nuestra suerte, el bus pasó en cuestión de minutos. Habían dicho que habría más frecuencia de viajes por motivo de la fiesta y parecía que estaban cumpliendo con aquello.
El sol ya estaba bajando, a lo lejos se escuchaba a una de las bandas que había empezado con su presentación.
Por un momento, me encontré pensando en qué sería lo que iría a pedir al bar. Porque era lo único que me motivaba a ir.
Me asusté mientras una pequeña sonrisa se escapaba de mí rostro.
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Corazón de hojas (Amor de estaciones #2)
Short StoryUn joven arma su mochila y sale de su pueblo con destino a todas partes. Su único objetivo es recorrer el mundo. Una joven de la gran ciudad está viviendo su sueño de ser maestra. En esos años son muy pocas las mujeres que logran tal independencia...