Volví a mí casa sintiendo como si estuviera volviendo de un pequeño viaje; renovada, alegre, con mucha curiosidad pendiente.
Se ofreció a acompañarme de regreso, pero me negué. Sentía que necesitaba ese espacio de soledad e introspección antes de pisar el suelo familiar.
Además, no sabía que diría si alguno de mis familiares me veía llegar con un muchacho. Lamentablemente, la edad no era excusa suficiente para dejar de dar explicaciones.
Para no levantar sospechas sobre mí salida matutina, pasé por la verdulería a comprar algunas hortalizas y verduras.
—Buen día, se la nota alegre el día de hoy.
—Buen día —saludé a la mujer que atendía, con la sonrisa que traía desde el café—. Es un lindo día.
—La verdad que sí, aunque a mí me pone un poco triste que el verano haya terminado.
—El otoño es una linda época también. Se puede tomar café y pisar las hojas secas, acurrucarse con una manta y escuchar la radio.
—Es verdad... igualmente prefiero el verano.
—No está mal darle una oportunidad al otoño, ¿no le parece? –Definitivamente, mi humor estaba especial ese día.
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Corazón de hojas (Amor de estaciones #2)
Short StoryUn joven arma su mochila y sale de su pueblo con destino a todas partes. Su único objetivo es recorrer el mundo. Una joven de la gran ciudad está viviendo su sueño de ser maestra. En esos años son muy pocas las mujeres que logran tal independencia...
