Virtue and Vice

I cant concentrate without you here

Moxxie sabía que le había aconsejado a Angel que obtuviese la protección de Vox.

Su sugerencia había sido de forma profesional, no en esta peligrosa dinámica con alguien que parecía obsesionarse fácilmente con cosas o, al parecer, pecadores. Moxxie no podía evitar sentirse preocupado por todo eso y qué podía desencadenar si era una trampa o las cosas saliesen mal. Sí, Angel era feliz y después de todo lo que había vivido se merecía ser feliz. Pero Moxxie no podía evitar preocuparse y repasar cualquier posible final catastrófico y preocuparse de que el impulsivo corazón de Angel lo estuviese metiendo con otro poderoso pecador que fuese a manipularlo.

Los Overlords eran conocidos por hacer trampas.

Moxxie suspiró pesadamente. No ganaría nada poniéndose así y debía confiar en las decisiones del pecador. Angel llevaba más tiempo existiendo que él, así debería dejar de tratarlo como si fuese un muchacho que se sentía atraído por los problemas y reconocer que Angel podía cuidarse solo...

...aunque los problemas definitivamente lo encontraban a Angel con facilidad.

¿Era un problema lo que estaban pasando o era una muestra de que Mox debía relajarse y confiar en la relación entre los dos Overlords?

Vox había transformado la sala de reuniones en una oficina para Angel después de que este confesase que estaba durmiendo poco por equilibrar su tiempo con el trabajo y su vida personal. Lo que Angel debió decir era que en su necesidad de distraer a Vox, descuidaba su propio trabajo; por lo menos en la parte de papeleo porque pasaba gran parte de la noche monitoreando sus sectores. Así que Vox, en lugar de enviar a Angel a descansar o que se quedase en su territorio, dispuso una oficina y obligó a Moxxie a tomar cursos de habilidades técnicas tecnológicas, que era una forma complicada de decir que lo obligó a aprender a usar propiamente su computadora, su celular, programas y aplicaciones. Además, le entregó sus propios dispositivos de alta tecnología para que pudiese hacer sus obligaciones de manera eficiente. Y Moxxie debía admitirlo, su trabajo se había vuelto mucho más fácil. No solo eso, Angel parecía mucho más tranquilo a la hora de hacer la parte técnica de su trabajo y tanto Niss como Molly estaban impresionados por los nuevos implementos al negocio.

Así que era una victoria ¿no?

Pero, por otro lado, Angel atraía problemas, aún bajo la protección de Vox. O tal vez justamente por la forma en que Vox mostraba interés en Angel, es que ahora Moxxie se encontraba en esa situación. Porque si dos Overlords compartían tiempo juntos, eso implicaba el doble de enemigos, y algunos estaban lo suficientemente desesperados por aniquilar a Angel antes de que se hiciera poderoso gracias a Vox.

Entonces, Blitzø y él tomaban turnos para cuidar VoxTek y distribuir fuerzas entre ambos territorios. Pero ese era el problema. ¿Cómo se suponía que él se concentrase mientras ese imprudente imp se encontraba allá afuera solo actuando como si no estuviese lidiando con impredecibles pecadores? Moxxie gruñó con frustración y apoyó su frente sobre el escritorio, diciéndose lo ilógico que era todo eso. Lo estúpido que era preocuparse de esa forma por alguien que seguramente había mostrado su competencia constantemente para mantener su trabajo con Vox.

No tenía sentido sentirse ansioso.

— ...estúpido Blitzø... —Moxxie susurró, mirando uno de los pequeños caballos de juguete que había aparecido en el cajón de su escritorio y que ahora adornaba el espacio entre su monitor y teclado.

¿Cómo alguien tan letal podía ser tan infantil? ¿Cómo alguien tan infantil podía ser tan responsable?

Blitzø era excepcional con armas y en combate en general. Solo Millie parecía ser mejor en lo último, pero era difícil comparar a cualquiera con el estilo de pelea que tenía Millie. Ambos eran muy hábiles en sus trabajos. Pero Moxxie no podía evitar preocuparse, especialmente por Blitzø. Él siempre temía que el otro imp estaba a un paso de cometer una locura o ser impulsivo a un nivel peligroso. Blitzø actuaba como si nadie le hubiese enseñado un poco de autocontrol o sentido común y eso era un terrible combo cuando se juntaba con Millie. Pero por lo menos esta última disfrutaba de la tranquilidad mientras que Blitzø siempre corría al peligro y por ende lo tenía preocupado a morir.