Don't touch what is not yours

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Blitzø saltó sobre las puntas de sus pequeños pies y maldijo en voz alta. Moxxie extendió su mano con la intención de ayudar pero se contuvo. Al inicio había sido tan extraño ver y oír a Millie actuar de una forma tan atolondrada, pero a medida que los segundos pasaban, para Moxxie era más sencillo simplemente ver a Blitzø. Era Blitzø siendo impulsivo, atolondrado y grosero.

— Déjame ayudarte. —Él se acercó y lo levantó por las caderas para que pudiera alcanzar el bloque plástico que era la radio de cuerda—. No queremos que termines saltando tal alto que te golpees con el techo... otra vez.

— No necesito tu ayuda y... —Blitzø se aferró al pedestal cuando perdió el equilibrio y su cola rodeó a Moxxie por el cuello por unos segundos—. ¡No se te ocurra soltarme, Mox!

— ¿Cómo es que pierdes tanto el equilibrio? —Él se las arregló para respirar teniendo extremo cuidado de no lastimarlo y sostuvo mejor a Blitzø.

Lo que implicó sentarlo sobre sus cuernos y empujarlo con su cabeza hacia arriba.

— Intenta vivir toda tu vida equilibrando tus cuernos y luego terminar con estas cosas adorables. —El otro imp maldijo y logró capturar la radio—. ¡Listo! Ahora ¡Bájame!

— ¡Blitzø! Haz silencio, el guardia puede venir.

— Es un tonto museo de radios, de seguro el guardia está viendo su telenovela de la noche. —Blitzø se defendió, deslizándose de su cuerpo hasta llegar al suelo y casi resbalándose con sus pies sobre el mármol.

Moxxie se cruzó de brazos y lo siguió de cerca hasta el pequeño portal por donde estaban enviando cada radio para Vox. Desde el cambio de cuerpos, Vox había estado luchando con su hambre a través de sumergirse en su trabajo y para ello necesitaba entender mejor sus temporales habilidades. Moxxie se alegraba que hubiese sido idea de Vox que él acompañase a Blitzø en la misión. Sí, el otro imp era muy capaz pero cualquier tendría dificultades dadas las circunstancias. Y por lo menos habían sido enviados a un museo y no a algún lugar sobre magia u ocultismo o lo que sea que Alastor controlaba.

Blitzø caminó orgullosamente frente a él, hombros atrás, caderas hacia adelante y haciendo que el cuerpo de Millie luciera como si fuese a matar a alguien. Pero así era como Blitzø siempre andaba, generando conflicto con su presencia fuerte ¿no? El imp pasó junto a otro pedestal e inmediatamente su pie se enredó con la sombra de este, cayendo de cara al suelo. Moxxie alcanzó a atrapar la radio antes de que fuera destruida y se deslizó por el suelo para ayudar a Blitzø.

— Maldita sea, Mox ¡Suéltame!

— Blitzø...

— Relájate. —El imp luchó por soltar su pequeño pie de la sombra—. No soy Millie, no debes preocuparte tanto. Solo fue un accidente y se cómo caer.

— ¿Qué...?

— Te aseguro que no voy a dejarle moretones al cuerpo de Millie, estoy teniendo todo el cuidado del mundo en... —Blitzø gruñó cuando la sombra no lo soltó— ...cuidar lo que estoy haciendo ¡A pesar de que estos poderes parecen querer matarme!

— Debes tener cuidado. —Él pidió, controlando su impulso de intentar ayudar porque lo único que lograría sería enredarse él también.

Moxxie había tenido que aprender a la dura que cuando la manipulación de sombras se activaba, se volvían como arenas movedizas cuando no se las controlaba bien.

— A mi defensa ¡No sabía que Millie tuviese este tipo de poder! —Blitzø luchó por soltarse y su pie solo se hundió más en el suelo.

— La has visto viajar usando sombras.

Virtue and ViceWhere stories live. Discover now