Virtue and Vice

Kiss or Death

— No me mates ¡No me mates! ¡¡No me mates!! —Angel estaba usando sus seis brazos para suplicar y poniendo su cara más adorable—. Sabes que en el fondo me amas y no te perdonarías enojarte conmigo.

"No, no estoy molesto contigo." Blitzø se cruzó de brazos y miró fijamente a Moxxie, quien estaba ocultándose detrás de la araña. "La culpa es ese idiota."

— ¡Oye! —Angel apoyó sus manos en su cadera—. Sé bueno con Momo.

Blitzø levantó su dedo índice y luego masajeó su entrecejo.

— No ¿sabes qué? Es mi puta culpa. Debí mantenerlos vigilados para que no se metieran en líos ¡Los dos! —Él aclaró mirándolos fijamente.

— Blitzø... Solo estaba ayudando a Angel porque fue mi culpa que todo esto pasara. —Moxxie acortó la distancia entre ellos e imitó el gesto de su Overlord, poniendo sus manos en sus caderas.

Oh, eso era simplificarlo en exceso.

— Bien ¿qué pasó? ¿Cómo te las arreglaste para que Mox terminase maldecido por Asmodeus? —Blitzø tuvo que estirarse sobre la barra del bar dado que Husk había salido en una misión para Alastor y no había quien le diera el licor que tanto necesitaba—. Bien. —Él tomó una botella verde que apestaba a alcohol barato y la abrió—. Hablen.

Tanto Angel como Moxxie intercambiaron miradas pero fue el Overlord el que decidió comenzar.

— Ya sabes qué pasó, conseguí una reservación en Ozzie's para ustedes.

— Y tú no quisiste venir con Millie y conmigo. —Moxxie le recordó con reproche.

— Sabes que esa mierda de citas no es lo mío. —Él se defendió sin mirarlo realmente.

Porque elegantes citas era algo muy bonito para él. Blitzø no estaba hecho para cantar serenatas o lanzar miradas románticas durante una cena costosa. En realidad, le había ido bien con las noches de películas, los entrenamientos y los detalles esporádicos. Moxxie había sido muy insistente que Blitzø no tenía que hacer las cosas inherentemente sexuales y ¡Joder! Al parecer no estaba haciéndolo tan mal porque Millie y Mox seguían con él. Pero citas así seguían siendo algo muy grande.

Además, no había nada malo en que Moxxie y Millie tuviesen momentos a solas. Blitzø pasaba tiempo con ellos, individualmente o no.

...y citas así seguían siendo algo muy grande.

Moxxie giró los ojos, casi como si hubiese podido leer su mente y masajeó su entrecejo. Era envidiable lo bien que lucía para estar cargando una maldición de un pecado capital. Pero bueno, era Mox, él era un experto en el autocontrol.

— Bueno, resulta que Ozzie no es muy fan de las cosas románticas en su club. —Angel giró los ojos como si no fuese algo muy grande—. Él y su imp comenzaron a molestar a Mox por estar de cursi romántico azucarado en un club de lujuria.

— Por Satán... —Blitzø se calló y prefirió beber más de su botella—. ¡Mox! Pero es que parecía que querías ser echado de Ozzie's

— Lujuria y amor pueden ir juntos. —Moxxie se cruzó de brazos y apretó sus labios con frustración.

Claro que podían ir juntos. Blitzø sufría de eso cada vez que tenía a Moxxie entre sus manos. No importaba cuán cruel o intenso fuese con él, era inevitable no caer por esa mirada de total abandono o la forma en que Mox se esforzaba por ganar sus halagos o resplandecía cuando se los daba. Amor seguía muy de cerca a la lujuria cuando se trataba de Moxxie.

— Pero no es algo que vas y lo lanzas al Avatar de la Lujuria. —Blitzø insistió.

— ¡Ahora lo sé! —Mox apretó más sus labios y miró a un lado.