- ¡Ah, eres tu! - Entraste un poco en pánico y te levantaste del suelo. - ¿Como subiste ahí? ¿Desde cuando estas ahí? ¿Por qué estas aquí? ¿Nadie te ve? -
Ante tus demasiadas preguntas Iguro puso los ojos en blanco algo frustrado mientras tu seguías preguntándole.
- ¡Ey, baja de ahí! - Le pediste cruzada de brazos.
- ¿Porque? Es tan cómodo acá arriba. - Se recostó sobre el árbol y te seguía mirando.
Los dos se miraron por unos segundos, tu frunciste el ceño y el pelinegro simplemente te miraba con seriedad.
- (Siempre valiendo...) - Pensaste frustrada, te diste la vuelta y caminaste hacia el centro del patio para continuar con tu limpieza.
Te agachaste y comenzaste a levantar las hojas.
- ¿Que mierda haces? - Te pregunto el pilar confundido por tus acciones.
- Limpiando. - Contestaste con seriedad.
Después de unos segundos, escuchaste un ruido detrás tuyo, como si alguien se hubiera caído del árbol, volteaste atrás y ahí estaba Obanai quien ya se había bajado.
- ¿Como que "limpiando"? - Encuesto acercandose unos cuantos pasos a ti.
- Tengo que limpiar el maldito patio... - Informaste desanimada.
- Pues si no quieres no lo hagas y ya... - Obanai se cruzo de brazos.
- No lo entiendes...mi padre me esta obligando a limpiar todo, quiere que el patio este listo en la mañana... - Agregaste más desanimada que antes, ante eso Iguro te miro con lástima.
Hubo un silencio un tanto incomodo, tu mirabas hacia abajo y el te miraba a ti.
- ¿Sabes algo...? Te ayudare. - Dijo antes de arrebatarte el objeto con el que limpiabas las hojas.
Acto seguido el comenzó a limpiarlas, te sorprendió ver su velocidad, era más rápido que tu.
- E-Eh, no hace falta...enserió! - Trataste de quitárselo pero no te dejó, se alejo más de ti y empezó a limpiar aún más rápido. - ¡Ey, no lo hagas....! - Te sentías muy avergonzada...
- No seas terca! - Te volteo a ver por unos segundos antes de volver a limpiar.
No le hiciste caso y aun tratabas de quitarle aquel objeto pero el pilar no te dejaba, se alejaba más de ti.
- Ay no...que lastima... - Finalmente te dejaste caer al suelo, te recostaste sobre el árbol y miraste a la luna.
Tenias tu respiración agitada y entrecortada, pues habías corrido bastante persiguiendo a Obanai con la intención de quitarle pero al final no pudiste.
ESTÁS LEYENDO
De mi propiedad | Iguro Obanai yandere
FanfictionTu infancia nunca fue fácil, tus padres no te querían, te golpeaban todos los días, simplemente un infierno. No fue hasta que tú padre decidió venderte, pero jamás esperaste que en el pueblo ambos se toparan con un pilar quién está decidido a salvar...