De mi propiedad | Iguro Obanai yandere

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[NARRA IGURO]

Mierda....sentía mi corazón derretirse y encogerse de la tristeza, por alguna razón mi pecho comenzó a doler....realmente me dolía bastante el ver como Suyen lloraba....mierda..... Necesitaba hacer algo para devolverle el animo, no soy tan bueno dando apoyo....

Sentía como sollozaba en mi cuello, yo simplemente la seguía abrazando y acariciando su cabello tratando de tranquilizarla.

— Ya...ya, tranquila. — La tranquilice sin dejar de acariciar ahora su espalda. — Deja de llorar....no es tu culpa, ¿porque te culpas a ti? —

— Por qué si. — Vaya...que respuesta tan "lógica"

— Mhhh... — Solte un suspiro con algo de estrés antes de separarla de mi. — Mira... se que te hará sentir mejor. —

Vi como Suyen se seco las lágrimas mientras me miraba atentamente esperando a que le mostrará algo.

Me agache, y agarre la cajita de desayuno que estaba en el suelo.

— Awwww~ que linda cajita! Gracias, Iguro! — La agarraste y la abrazaste como si fuera tu regalo....

— Eh, no te regale solo esa caja, si no lo que hay adentro. — Te indique, ya que parecía que si estabas tomando la cajita como regalo cuando no es así.

Algo confundida ladeaste la cabeza antes de abrirla, fue ahi que al momento de ver tu desayuno favorito tus bellos ojos se iluminaron de felicidad.

Al ver esa reacción tuya me dio satisfacción, bastante satisfacción, sin duda tu sonrisa feliz y hambrienta era muy tierna, ¿como podías ser muy tierna? Sentía mi corazón latir más rápido de lo normal...

— Un desayuno?!Woow.... no tenias que hace- — Ya sabia que ibas a decir, así que te tape la boca y te hice una señal de silencio.

— Escucha...si yo te regalo algo, es porque yo quiero, por favor, deja de ser terca, solo agradece y come. — Aleje mi dedo de tus labios.

Tu te notabas algo avergonzada, por alguna razón me gustaba ver esa expresión tuya, segundos después, sentí como me...¿¡Abrazaste?! Maldita sea, mi rostro se puso como un tomate y mi cuerpo temblo, ¿¡Que era esto que sentía?! Me pones tan nervioso, Suyen!!

— ¡Waaa, muchas gracias, Iguro-san, gracias, gracias! — Te aferraste a mi como si fueras un chicle.

Mierda, podia sentir tus pechos casi cerca de mí cuello, evitaba no pensar en eso pero se me hacía imposible cada que me abrazabas más.

Carajo, incluso sentí que mi amiguito se estaba comenzando a despertar...

Te devolví el abrazo y te aleje, pero ya era tarde, mi amigo ya estaba despierto...maldita sea, ¿porque tuviste que abrazarme tan cerca?

— Si, claro no p-pasa nada, ahora desayuna que se ve que no has comido nada. — Te acerque el plato de comida mientras mi otra mano tapaba con mi haori mi entrepierna para que no se notará mi leve bulto.

— Si, ¿tu también te compraste? — Me preguntaste, ¿cuando vas a dejar de preocuparte por mi? Aunque...eso me gusta de algún modo.

— Si, me lo comí en el camino, ahora come. — Dije con nervios, aun con mi mano sentía que mi amigo no quería....ya saben.

Tenía que atenderlo.

Vi como comenzabas a comer como si nunca hubieras comido, me gustaba eso, que tengas confianza en mi, que aceptaras mis regalos....

Te veías como una niña pequeña al comer, no pude evitar sonreír mientras te veía.

Después, agarre a Kaburamaru con cuidado de mi cuello, y lo deje cerca tuyo.

— ¿Eh? ¿Que pasa, a donde vas? — Encuestaste confundida al ver como me levantaba. Mi serpiente también me miró.

— Tengo que ir a unas cosas pendientes, y bueno....te quería dejar a Kaburamaru...no se para que convivas con el. — Comente antes de darme la vuelta y empezar a caminar. — No voy a tardar, no se preocupen. —

Vi de reojo como asentiste, ahora si llegue a la puerta y la cerré.

[NARRA SUYEN]

Mhhh....¿Porque Iguro-san se fue así? Solo dijo que haría unas cosas pendientes...pero dejo a Kaburamaru, y que yo sepa...es su mejor amigo, y nunca lo ha abandonado así conmigo...que extraño.

— Oye...eres muy lindo! — Le dije a la serpiente albina antes de extender mi mano hacia ella y acariciarle la cabeza.

Esta cerró levemente los ojos disfrutando de mis caricias.

Después, comenzó a subir por mi brazo hasta llegar a mi cuello donde se enrollo, ala..... ya me cayo bien.

Aunque, se siente extraño tener a una serpiente en mi cuello...no se como Iguro-san aguantaba esa textura...sin ofender obvio.

Agarre mi cajita y seguí comiendo, realmente la comida que compro sabía deliciosa.

— ¿Quieres? — Le pregunte a Kaburamaru, este se quedó viendo la comida, y después asintió.

Solte una leve risa para después acercarle los palillos con arroz, la serpiente se acercó y los comió. Me dio mucha ternura.

Seguí agarrando y dándole también a el, sin duda también se convertiría en mi mascota.

Iguro, cuídala que si no yo te la robo.

— Esta delicioso, verdad? — Le pregunte, esta asintió.

[NARRA ESCRITORA]

En aquel baño se podía apreciar al pilar de la serpiente.

Este estaba sentado en el suelo, con la cremallera de su pantalón bajada y su miembro al aire....

— M-Mhhh~ c-carajo... — Incline mi cabeza hacia atrás, completamente satisfecho por el placer que me estaba dando a mi mismo.

Movia mi mano de arriba a abajo sobre mi pene el cual ya estaba erecto, mientras más segundos pasaban se ponía más duro, solo me podía imaginar a mi linda Suyen haciéndome eso.

Mire de reojo a mi masculinidad mientras aumentaba la velocidad de mi mano, este ya estaba más duro que antes e incluso se le notaban algunas venas marcadas, maldita sea, se sentía tan jodidamente bien y placentero, y hacerlo mientras pensaba en mi linda Suyen....era otro nivel de placer.

— S-Sigue, Suyen~ Mhh... ~ — Segui soltando gruñidos y jadeos, cuando sentí que estaba a punto de correrme, apunte a la taza del baño con mi miembro.

Seguí moviendo mi mano, cada vez más rápido cuando sentí que iba a llegar a mi orgasmo.

Finalmente, dejé soltar mi esperma dentro de la taza, esta cayó, me sentí tan satisfecho y era tan satisfactorio y placentero soltar mi esperma.

No pararía sin duda.