De mi propiedad | Iguro Obanai yandere

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[NARRA SHINOBU]

Mierda....Iguro se comporto....extraño, me hizo sentir un poco de miedo sin mentir, ¿que le pasaba? Siempre se había comportado así de...terrorífico, pero ahora, era algo más.

No quiero pensar que esta enamorado de Suyen, no, el es muy agresivo, malhablador, malagradecido y grosero, es muy ....poco para Suyen, ella si transmite amabilidad, sinceridad y todo lo contrario a Iguro, sin duda no puede estar enamorado de ella, que yo sepa odia a las personas con personalidad contraria a la de el.

— (¿Que hago pensando en eso...? Tengo que revisar a Suyen...) — Me di un leve golpe a mi misma.

[NARRA ESCRITORA]

Mientras tanto, detrás de la pilar se podía ver a Obanai, quien la venía siguiendo no muy cerca ni lejos, la seguía mirando con odio, aunque trataba de ocultarlo.

Cada vez que se volteaba el se escondía, así que prácticamente no sabía que el pelinegro la venía siguiendo.

Después de varios segundos, Shinobu entró a la finca, Iguro se desvio del camino para ir al patio, así podría observar cuando su compañera le haga la revisión a su amada Suyen.

— (Tengo que apurarme, maldita sea....) — Empezó a correr, Kaburamaru, quien estaba en su cuello, le farfullo algo, como si estuviera molesto. — Estas loco, Kaburamaru, ¿¡Que esta mal espiarla?! No la voy a espiar, malinterpretas todo, solo me aseguraré que Shinobu no le haga daño, conociéndola, es capaz... —

Le contesto a la serpiente, quien pareció no convencerse e hizo a un lado su cabeza estando en desacuerdo.

— No me importa si no quieres hacer esto, después de todo es por el bien de mi Suyen. — Se detuvo y miró a su Serpiente. — Oye, entiende que lo hago por el bien de mi querida, no es malo espiarla si es para eso, vamos...solo será esta vez... —

Estaba mintiendo, la verdad si le importaba que Kaburamaru quisiera hacerlo, era uno de sus mejores amigos después de todo, no quería que se fuera de su lado.

Segundos después, el animal pareció convencerse y miró a Iguro, farfullo dando a entender que aceptaba.

— Sabía que podía confiar en ti, amigo. — Le acaricio un poco abajo de su cabeza antes de volver a caminar.

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Mientras tanto contigo, tu estabas hablando con las 3 pequeñas, las cuales tenían mucha energía, mientras te contaban algo saltaban por el cuarto o hablaban demasiado felices.

— Y luego ese niño me pego! Yo se la quería devolver pero Shinobu no me dejo! — Naho hizo un Reprocho y se cruzo de brazos.

Tu soltaste una leve risa ante su anécdota, todas sus anécdotas eran bastante graciosas y divertidas, si que te sacaban buenas sonrisas.

— No te deje porque le querías pegar con una maceta de flor, Naho. — Dijo Shinobu entrando a la habitación, las 3 pequeñas y tu la miraron.

— ¿Es lo mismo, no? — Pregunto la nombrada ladeando la cabeza.

— Obviamente no, también le querías pegar con una roca! — Agregó la pilar acercandose a ustedes.

— Pues se lo merecía. — Naho se encogió de hombros y les dio la espalda.

Eso provocó que soltaras otra risa en silencio, las otras 2 pequeñas si se rieron.

— Bueno, niñas. Voy a necesitar que se vayan, ya que revisaré a Suyen y ustedes no pueden ver. — Les pidió a las 3, las cuales con algo se confusión terminaron aceptando.

— Esta bien señorita Shinobu... — Al unísono, las niñas salieron de la habitación.

Tu con algo de incomodidad y miedo miraste al suelo mientras comenzabas a jugar con tus dedos, no lo negabas, tenias mucho miedo, mucho, no sabias si la pilar ya sabia sobre tu cuerpo pero aunque lo supiera no te daría más tranquilidad.

Al notar tu actitud Shinobu se acercó a ti, se agacho a tu altura y te agarro las manos tranquilizandote.

— Tranquila, Suyen...ya me contó Iguro, y no te juzgaré, al contrario, te apoyaré, cuentas conmigo desde ahora. — Te sonrió y limpio con su dedo pulgar una de tus lágrimas que caían por tu ojo.

Ante sus palabras si sentiste algo de alivio y tranquilidad, le sonreíste y le agradeciste con la mirada.

— Ahora....te voy a pedir que te quites la camisa, con confianza. — Te dijo alejándose y sentándose justo frente a ti.

Tu asentiste y con algo de nervios acataste su orden.

Efectivamente, tu cuerpo estaba lleno de moretones, rasguños y golpes, la pilar sintió demasiada tristeza al ver esto.

— Lo siento mucho, voy a tocar, me dices si te duele, ¿de acuerdo? — Pregunto, con algo de mala gana asentiste aguantandote las ganas de llorar por alguna extraña razón.

Esta comenzó a tocar con sus dedos tu torso y estómago, hiciste varias quejas de dolor en el proceso algo que ella noto y comenzó a apuntar en una libretita pequeña.

Después de eso agarro tus extremidades y también las toco con lentitud y delicadeza, tu te mordias los labios tratando de ahogar tus quejidos de dolor y lágrimas, pero te era casi imposible y terminaste soltando varias lágrimas.

— (Si esta muy lastimada....que triste..) — La pilar pensó con tristeza mientras te seguía tocando y a veces te miraba de reojo.

Mientras tanto, ustedes dos no sabían que Iguro estaba en la ventana observando todo, este tapaba su rostro el cual estaba sonrojado debido a que estaba viendo a detalle tu cuerpo.

— (Esas heridas....arruinan su hermoso cuerpo...) — Sintió una mezcla de lujuria e ira en su interior, le daba tanta lástima verte asi, pero también le daba felicidad el haberte salvado.

También comenzó a darle los mismos celos de antes al ver como Shinobu si podía tocarte, sentir tu cuerpo....verlo a detalle, halagarte y tranquilizarte....era algo que le daba bastante envidia de solo ver.

— (Vamos Iguro....tienes que aguantar estos celos, solo la esta tocando porque la esta revisando....además tu lo pediste...) — Este pensó sin dejar de observar tu hermoso cuerpo.

Quizá si las demás personas lo verían le darían asco, enojo, decepción, etc, pero sin embargo Obanai pensaba que su cuerpo era hermoso sin importar esas imperfecciones, después de todo, preferia la personalidad, ni que fuera un concurso de belleza.

El la amaba tal como era.