𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

◈Capítulo 3◈

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–"Cause I'm Slim Shady, yes, I'm the real Shady
All you other Slim Shadys are just imitating
So won't the real Slim Shady please stand up
Please stand up, please stand up?
'Cause I'm Slim Shady, yes, I'm the real Shady. All you other Slim Shadys are just imitating. So won't the real Slim Shady please stand up.
Please stand up, please stand up?"– Los presentes en la mesa miraban incrédulos a la pelirroja que cantaba con total naturalidad y sin trabarse ni una sola vez.

Apenas unos minutos después de que la familia Cullen se hiciera presente, Eric regresó a la mesa respirando con dificultad, como si hubiera corrido 10 maratones completos. En su poder traía un Mp3 y un par de pudines de chocolate, Mike llegó poco después también apostando su pudín solo para escuchar cantar a la linda chica. Lucy, claramente no pudo resistirse.

Ahí se encontraba la pelirroja, moviendo una mano para seguir el ritmo del famoso rapero Eminem. Muchos estudiantes miraban la escena incrédulos y fascinados por el espectáculo.

Los Cullen miraban a la chica con asombro, incluso Jasper dejó abierta su boca apenas la escuchó cantar. Lucy Swan nunca sería una cantante famosa, incluso su voz no era la mejor, pero la actitud enérgica de la chica compensaba cualquier nota desafinada.

–Ella es increíble– sonrió Alice mirando a la chica.

–Concuerdo. Jasper, hermanito, tiene toda mi aprobación– Emmett palmeó juguetonamente el hombro del sureño, a pesar de la fuerza utilizada, Jasper apenas se movió. Estaba demasiado ocupado mirando su hermoso cabello rojo balancearse con los movimientos rítmicos de su cabeza.

En la mesa de las nuevas alumnas, Lucy recibía los pudines prometidos con una gran sonrisa de superioridad.

–Fue un placer hacer negocios con ustedes– agradeció antes de comer una gran cucharada de Pudín chocolatado. Un manjar de los Dioses.

–¿Cómo es posible…?– Eric miraba a la pelirroja como si de un ángel se tratara. Mike no estaba mucho mejor, miraban a la chica como si fuera un regalo del cielo.

Ángela no perdió la oportunidad y grabó cada segundo de la pelirroja cantando, sería un muy buen recuerdo. Jessica la miraba sin poder creerlo, y es que en realidad lo que la desconcertaba era la mirada boba que los dos chicos en la mesa le estaban dirigiendo.

–Yo se los dije– Bella se jactó feliz de las habilidades de su hermana. Intentó tomar un pudín de la torre que había armado, pero la pálida mano de Lucy detuvo sus movimientos.

–¿Qué crees que haces, Marie?– preguntó con la boca llena y mirada amenazante.

–Yo fuí prácticamente tu presentadora, me merezco un porcentaje de las ganancias– dijo con tono elegante. La risita de Lucy provocó mariposas en el estómago de los chicos.

–Eres toda una aprovechada, pero…tienes razón– le cedió un envase y chocaron los pudines en una especie de brindis.

Lucy moría por voltear y ver nuevamente al chico Hale, pero tampoco quería parecer una acosadora. Prácticamente se comió con la mirada al pobre adolescente cuando ingresó a la cafetería, lo último que quería hacer era ponerlo incómodo con su mirada de loca.

Al estar distraída, no notó que Bella le había quitado su cuchara.

–Oh vamos…– se quejó cuando su hermana menor llevó una cucharada de pudín a su boca de forma grotesca. Bufó disconforme antes de levantarse para buscar otra.