𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

◈Capítulo 12◈

≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪

—Lucy…¡Lucy!— Bella llamó a la pelirroja que miraba un punto muerto del cuarto de la castaña, la mayor de las mellizas tenía una sonrisa boba impregnada en su rostro, ni un meteorito estrellándose contra la tierra le quitaría la sonrisa.
Bella suspiró frustrada y como último recurso estrelló con fuerza su almohada contra el rostro soñador de su hermana.

—¡Por neptuno!, ¡¿Qué pasa?!— preguntó con los ojos muy abiertos por ser arrancada de sus recuerdos, y que recuerdos. Miró a la castaña con el ceño fruncido, Bella estuvo a punto de carcajearse ante la vista; Lucy tenía varios mechones pelirrojos flotando por la estática que causó la almohada y algunos se cruzaban en su rostro, agregándole la expresión de horror, parecía una linda brujita.

—Estás inundando mi habitación con tu baba, Lucy— se burló sin poder evitarlo.

—Cierra la boca— rodó los ojos divertida antes de peinar su cabello con las manos.

—¿Tienes el libro?— preguntó Bella adoptando una expresión más seria. Lucy se mordió el labio, pensando en si decirle la verdad a su hermana de una vez…o dejarla hacer su investigación. —¿Qué sucede?— preguntó al ver la inseguridad en su rostro.

—Jasper me dijo todo— soltó de sopetón, logrando que Bella abriera los ojos como platos. —Así que…¿Quieres que te lo diga ahora mismo o quieres jugar a Sherlock Holmes antes?— preguntó entrelazando sus dedos, dándole una apariencia de empresaria a punto de cerrar un trato.

Bella miró a Lucy incrédula, pensó bien en su decisión, tomando la elección más madura que pudo elegir.

—Jueguemos a Sherlock Holmes— asintió seriamente. Lucy soltó una carcajada que logró contagiar a Bella.

—Bien. Iré por el libro, está en mi habitación— anunció antes de salir del cuarto. Volvió en un par de segundos. — Bella, ¿Dónde está papá?. No lo ví cuando llegaron— preguntó extrañada, Charlie siempre va a su habitación para saludarla cuando tarda en el trabajo.

—uhm…Waylon…su amigo. Fue atacado por un animal, él murió…— Bella contó vacilante en sus palabras. Los ojos de Lucy se agradaron enormemente, saltó de la cama de su hermana como un resorte.

—Tu empieza a investigar, yo iré a ver cómo está. Ya vuelvo— dijo atropelladamente antes de salir disparada a la habitación de su padre, fue ahí que notó la tenue luz que se filtraba por la puerta. —¿Papá?— tocó con delicadeza.

—No es un buen momento, Lucy…— la voz de Charlie se escuchó ahogada desde el otro lado de la puerta.

—Papá, lo siento, pero voy a entrar— anunció hora do la manilla antes de que Charlie pudiera responder.

La imagen frente a sus ojos logró romper su corazón. El Jefe Swan aún vestía su uniforme, se encontraba sentado a la orilla de su cama aferrándose a los costados de la misma con fuerza y su cabeza estaba gacha. Su espalda temblaba por los silenciosos sollozos que se encargó de retener para no alarmar a sus hijas.

La pelirroja no perdió el tiempo y abrazó con fuerza a su padre, dejándose caer de rodillas franteba el. Sintio su cuerpo moverse gracias a los espasmos que Charlie estaba sufriendo.

—Lo conocí… por casi 30…años— balbuceó en el hombro de Lucy.

—Lo sé papá. Lo siento mucho…el era muy raro, pero alegró mucho esa Navidad— asintió convencida de sus palabras, Charlie soltó una extraña mezcla entre llanto y carcajada, sintiéndose un poco mejor ante las palabras de su hija mayor.