𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

✧Capítulo 11✧

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Miedo.

Es todo lo que Lucy sentía al percibir el calor que la mano de Jared desprendía al sujetar su espalda para animarla a caminar.

El muchacho dijo que irían a la casa de una tal Emily, sin embargo, la imagen de esos dos lobos peleando con tal brutalidad, había borrado toda racionalidad y lo último que quería hacer era ir a la casa de "Emily".

Su cabeza comenzó a maquinar un plan de escape. No tenía un auto ya que Paul la había traído.
Miró a su alrededor y pudo distinguir la casa de Jacob a solo unos metros, pero el auto de la familia no estaba.

Auto.

Máquina.

Máquina mortal…¡Motocicletas!.

Miró de reojo a Jared, quien parecía estar perdido en sus pensamientos. Lucy tomó una silenciosa bocanada de aire y empleando sus habilidades como jugadora de béisbol, corrió hacia el taller de Jacob.

—¡Oye!— escuchó el grito de Jared, más lo ignoró. Agradeció al descuidado adolescente por dejar las puertas del lugar abiertas.

Sonrió cuando encontró las motocicletas estacionadas prácticamente en la entrada del lugar. Sin pensarlo mucho, se subió a una y extrajo las llaves del pequeño compartimiento que Jacob había creado. Insertó la llave en tiempo récord y recordó las palabras de Black.

—Freno, embrague…y arranque— presionó el botón rojo y soltó el embrague, la máquina se movió a gran velocidad.

—¡¿Qué diablos, Lucy?!— gritó Jared cuando lo esquivó apenas salió del taller.

La pelirroja aceleró sintiendo la adrenalina corriendo por sus venas, la tierra suelta dejaba una nube detrás de Lucy y en pocos minutos llegó a la carretera, alejándose de la reservación. La noche estaba invadiendo el cielo y le preocupaba que sus habilidades en la motocicleta desaparecieran junto con la adrenalina.

Contra todo pesimista pronóstico, Lucy logró llegar a su hogar, topándose con Charlie en la entrada. Quién miró a su hija con horror al verla bajar de una motocicleta con el cabello revuelto.

—Lucy Elizabeth Swan, ¿Qué se supone que…— las palabras de Charlie se perdieron

—¿Te gusta, papá? Es el proyecto que estábamos haciendo Jacob, Bella y yo— lo interrumpió extendiendo sus brazos y presentando la motocicleta.

—¿En esto estaban trabajando?— preguntó incrédulo.

—Si, la compré en el deshuesadero con mis ahorros. Era un pedazo de lata oxidada, pero Jacob nos ayudó a dejarla como nueva— explicó con una sonrisa, intentando no pensar en los sucesos de hace algunas horas.

—Wow…eso es increíble— admitió viendo el buen estado en el que estaba. —¿Y donde dejaste la camioneta?— preguntó al notar ese detalle.

—Seguramente se la llevó Bella. Hoy iríamos a ver una película con nuestro grupo de amigos, pero Paul fue a buscarme a la escuela— contó sintiendo los nervios invadirla por la mirada inquisidora de su padre.

—¿Paul?, ¿Paul Lahote?— preguntó aún más confundido.

—Ese mismo. ¿Y sabes algo gracioso? Me besó hoy y Isaac nos vió y comenzaron a pelear y…yo huí de ahí— omitió algunas partes de la historia por razones obvias.

—¿Te besó?, ¿Él también?— cuestionó sintiendo una pizca de incomodidad.

—Al parecer a Paul y a Isaac les gustan las pelirrojas…Yay— celebró sin ánimo. —Pero eso es un tema aparte…¿me la puedo quedar?— preguntó apuntando la motocicleta. A decir verdad, le gustó bastante la sensación del viento golpeando su rostro.