𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

✧Capítulo 6✧

••┈┈┈┈┈┈••✦ ☆ ✦••┈┈┈┈┈┈••

Las mellizas Swan siempre se burlaron de esa tonta creencia que dice que los gemelos y mellizos pueden sentir el dolor del otro, ya sea un golpe o un fuerte sentimiento. Ambas muchachas giraban los ojos con burla cuando alguien se los preguntaba, alardeando que la única habilidad extraña que tenían era hablar al mismo tiempo o terminar la frase de la otra.

Pero ese día en particular, Lucy le atribuyó ese sentimiento en su pecho, no solo a la partida de Jasper, si no a un sexto sentido que había desarrollado con su hermana. La pelirroja había escuchado hace 1 hora el auto de Jessica dejar a su hermana en casa, aún así no se movió de su lugar, tal como no se había movido en las últimas 3 horas. Sus ojos marrones miraban fijamente la ventana por la que su vampiro se había ido.

Pero justo ahora, ese dolor en su pecho era un poco diferente, no se sentía suyo. Así que, se obligó a salir de su estado pernicioso y corrió escaleras abajo.

—¿Bella?— llamó a su melliza, recibiendo solo el silencio sepulcral de la casa. Tenía un mal presentimiento, Bella la necesitaba, no sabía cómo era conocedora de esa información, pero Bella la necesitaba.

Salió de la casa sin importar que olvidó su chaqueta y corrió al bosque. ¿Cómo sabía que debía ir al bosque? Ni ella tenía una respuesta para eso.

Caminó en línea recta por varios minutos, obligando a su sentido auditivo a concentrarse en los sonidos que la rodeaban. Entonces, como si de un murmullo se tratase, escuchó a su hermana gritar.

—¡Edward!— la voz de Bella rebotó en los troncos de los árboles, haciendo casi imposible descifrar en dónde estaba.

—¡BELLA!— gritó con fuerza la pelirroja, quedándose quieta y abiernso bien los ojos, como si eso fuera a mejorar su audición.

—¡Lucy!— se escuchó su respuesta con una desgarradora voz.

—¡BELLA, SIGUE GRITANDO, TE ENCONTRARÉ!— ordenó caminando en la dirección que parecía ser la correcta.

Bella siguió gritando el nombres de su melliza, aprovechando de soltar su frustración por medio de esos gritos, las mejillas de la menor se encontraban completamente empapadas, era como si una llave imposible de cerrar estuviera soltando agua sin control.

Lucy corría como si su vida dependiera de ello, tropezó muchas veces y aterrizó contra sus rodillas un par más. Pero finalmente pudo distinguir la figura de su hermana.

—¡Bella!— abrazó con fuerza a su melliza. Esa fue la señal para la castaña, terminó por derrumbarse en los brazos de su hermana mayor.

—¡Se fué!— sollozó sin apartarse de los brazos protectores de Lucy. —Él se fué…dijo que ya no me amaba, Lucy. Él dijo que ya no…— repetía una y otra vez, negaba con la cabeza y apretaba con fuerza la ropa de Lucy. Para este punto, las mellizas Swan estaban de rodillas en el piso, sosteniéndose la una a la otra.

Lucy sintió su estómago revolverse por el llanto de Bella, sus sollozos parecían ser provocados por el dolor más grande que alguien puede llegar a sentir y ella sabía muy bien cómo se sentía ese dolor.

Era como si una parte de ti desapareciera.

Pero lo que logró desconcertar aún más a la pelirroja fueron sus palabras.

"Él dijo que ya no me ama" . ¿En serio esa fue la escusa que Edward le dió a su hermana?, ¿No podía ser honesto como Jasper lo fue con ella?.