𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

◈Capítulo 5◈

≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪

–"Por favor deposite 1 dólar con 25 centavos para otros 3 minutos"– una voz robótica interrumpió las mañanas de Renee.

Lucy y Bella compartieron una mirada divertida.

–Mamá ¿Y tú celular?– preguntaron en sincronía.

–Okay no se rían. No perdí mi cargador, se fue corriendo. Literalmente, aborrezco la tecnología– se quejó la mujer sin perder su tono feliz.

–Te echamos de menos– dijo la castaña con una pequeña sonrisa. Lucy solo siguió con su lectura.

–Ay mi amor, yo también las extraño…– el sonido de lo que probablemente eran herramientas interrumpió un poco sus palabras. –Pero cuéntenme de la escuela, ¿Qué tal los chicos?, ¿Son guapos?, ¿Son buenos con ustedes?– cuestionó bastante interesada.

Lucy rodó los ojos divertida por el extraño orden de prioridades que su madre tenía, ni siquiera preguntó cómo estaba Charlie.

–Si que eres curiosa, mamá– bromeó Lucy, recibiendo una risita a través del celular.

–Bueno…han sido muy amables…– respondió Bella un tanto dudosa, Lucy frunció su gesto al recordar los acontecimientos del día. Sin duda alguna, la actitud de Cullen con su hermana la había desconcertado profundamente.

–Oh oh, cuéntenme qué pasó– pidió preocupada, ella también percibió el tono melancólico de Bella.

–Eso…eso no importa– la castaña quiso cortar el tema, cerró su carpeta y la lanzó, golpeando el hombro de su hermana en el proceso, quien estaba estirada a los pies de la cama.

–Auch, Bella– Lucy se quejó divertida.

–Lo siento– susurró para que su madre no la escuchara.

–Claro que importa– respondió Renee distrayendo a las hermanas.

Lucy tomó el celular entre sus manos, estaba muy consciente de que su hermana no tenía ánimos para hablar de lo sucedido.

–Bella y yo tenemos mucha tarea, mamá. Ya sabes, mitad de semestre, los exámenes se acercan…– explicó escuchando un pequeño bufido al otro lado de la línea. –¿Estás bufando?– preguntó divertida.

–Hablamos luego, mamá– Bella fue quien habló esta vez.

–Está bien. Las quiero mucho– se despidió un poco dudosa.

–Bella también. Adiós– Lucy fue quien cortó la llamada.

Se quedaron unos minutos en silencio, Bella mirando a su hermana y Lucy con los ojos fijos en su libro, evitando el contacto visual.

–¿Cuando la vas a perdonar?– preguntó la menor, recostándose a la par de su hermana.

–Lo intento…te juro que lo intento– suspiró dejando caer su cabeza entre las páginas de su libro de biología. Bella dejó caricias en los hombros de la pelirroja, brindándole apoyo.

Renee había cometido muchos errores con sus hijas a lo largo de los años. Nadie podía culparla, era madre soltera de unas energéticas mellizas que solo querían jugar y hacer travesuras.
Bella y Lucy Swan nunca tuvieron inconvenientes a la hora de perdonar dichos errores, esperar un par de horas en el patio de sus escuelas a que Renee llegara para buscarlas era algo sencillo de perdonar, sobre todo si un helado de chocolate estaba dentro de la disculpa.