𝕌𝕟𝕔𝕒𝕟𝕟𝕪 /𝕁𝕒𝕤𝕡𝕖𝕣 ℍ𝕒𝕝𝕖

◈Capítulo 14◈

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—Cielos, siento que mi estómago está chocando con mis pulmones— se quejó Lucy cuando dió el último bocado de su 3era porción de lasaña. Esme la miró con entusiasmo, amaba cocinar y más aún que alguien disfrutara tanto sus platillos como la pelirroja en este momento.

—¿Cómo es posible que toda esa comida quepa en ese pequeño cuerpecito?— preguntó Tommy con impresión, Emmett asintió de acuerdo.

—Creeme, yo me pregunto lo mismo— asintió Lucy soltando una risita.

—¿Estas bien, Chiqui?— preguntó Jasper divertido al ver como la respiración de Lucy era pesada, como si sus pulmones en serio estuvieran tocando con su estómago.

—Bien llena, en realidad— bromeó con una sonrisa satisfecha.

—¡Hora del postre!— exclamó Esme cantarina, caminó con entusiasmo hasta el elegante refrigerador y extrajo una gran tarta de chocolate. Lucy abrió los ojos desmesuradamente.

—Cariño, creo que Lucy ya está satisfecha— mencionó Carlisle mirando con ternura a su esposa. El doctor recordó esas ocasiones, muchas décadas atrás, cuando Esme hablaba con gran ilusión sobre los hijos que tendrían en el futuro, los pasteles que podría hornear y las deliciosas cenas que prepararía. Por obvias razones, cocinar no era muy habitual en esa casa, así qué, verla en ese estado tan radiante le llenaba el pecho de alegría.

—¿Dije que estoy llena?— preguntó Lucy sentándose derecha en la mesa de la cocina. —Quise decir que estoy lista para el postre. Se ve delicioso, Esme— dijo la pelirroja sonriendo grandemente, la matriarca del lugar sonrió con ternura.

—Linda, si no puedes comer más está bien— aseguró dándole una sonrisa tranquilizadora.

—Esme, si pones algo de chocolate frente a mis ojos…ya es demasiado tarde para retractarse— Lucy carcajeó ante la mirada incrédula de Tommy, Emmett y Rosalie. Esta última parecía que ya no le desagradaba tanto su presencia, a pesar de estar comiendo como alguien condenado a la silla eléctrica.

Esme dió un aplauso al iré antes de ir por un plato y un cuchillo para partir un abundante trozo.

Los fríos brazos de Jasper rodearon los hombros de Lucy, ella inmediatamente se abrazó al muchacho mientras una brillante sonrisa se plasmaba en su rostro. Todos en esa amplia cocina pudieron ver ese mágico brillo que Jasper y Lucy evidenciaban cuando estaban en contacto con el otro.

—¿Estás segura de que puedes seguir comiendo?— Jasper preguntó divertidó con su mentón apoyado en el hombro derecho de Lucy. La chica acarició la fría mejilla del vampiro con su nariz, robándole una sonrisa a los chismosos miembros de la familia, que no se perdían ninguna interacción entre la pareja.

—Definitivamente— asintió continuando con sus caricias. Esme dejó un plato delante de la pareja con una generosa porción de pastel de chocolate.

—Espero que lo disfrutes, leí la receta en una revista que Alice compró— sonrió guiñandole el ojo a su hija de baja estatura.

—Al menos si sirven de algo— murmuró Emmett con malicia. Para Alice era como una obsesión comprar revistas de moda.

—Cierra la boca Emmett, yo no digo nada de todos los videojuegos que compras— reclamó Alice apuntándolo, Tommy copió sus acciones, apuntando amenazante al fortachón. Lucy miró divertida la interacción de los hermanos antes de probar un gran bocado del pastel.