Capítulo 14

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Narra Elodie.
Espera un segundo. Me he detenido en seco. Acabo de... No, no podría haberlo hecho. Espera, lo hice. Besé a Damien. ¿Cómo pude ser tan estúpida? Probablemente peñiensa lo peor de mi. No, sé que lo hace. En mi aturdimiento, caminé directamente hacia Lexi y Niya.
- Ey, muchacha, ¿qué te ha pasado? Pareces muy nerviosa.- dijo Lexi, calmandome.
- Yo...yo... Besé a Damien y luego salí directamente de nuestra habitación. Probablemente me odia.- enterré mi cara en mis manos.
- Oh, pobre Elodie. No creo que el odio sea la emoción adecuada. Prueba con ka lujuria.- se rió Lexi.
- ¿Lujuria?- pregunté.
- ¡Pues claro! Has hecho una buena jugada con él. Seguro que está caliente y cachondo.- está vez fue Niya la que contestó.
- ¿Por un beso?- me sonrojo y negué con la cabeza.
- Un toque de su compañera vuelve locos a todos los licántropos. Especialmente a los que aún no han tenido sexo.- Niya guiñó un ojo.
- Pero... pero...- tartamudee.
- Tu hombre está detrás de tu y parece que quiere devorarte. Yo le daría una carrera por dinero. Es muy divertido.- Lexi se rió.
Me giré para mirar y, efectivamente, allí estaba Damien. En sus ojos no brillaba el odio, sino la lujuria. Oh oh, tal vez Lexi tenía razón. Murmurando un agradecimiento, pase corriendo junto a las dos y baje las escaleras. Era consciente de que nunca podría correr más rápido que un licántropo, pero debía divertirme como había dicho Lexi. No me sentía nerviosa ni asustada, sino emocionada y aventurera.
- ¿Elodie?- la voz de Gabe me sacó de mi trance y me detuve de golpe.
- ¿Sí?- pregunté.
- ¿Todo bien?- parecía preocupado.
- Elodie, vuelve aquí.- la voz de Damien sonaba más grave.
- Ah, ya veo. Buena suerte.- la comprensión cruzó la cara de Gabe mientras se reía.
- Gracias.- sonreí.
Entonces me fui. No tenía ni idea de de a dónde iba, pero simplemente corrí punto dentro de la casa, luego salí. No llegué muy lejos antes de que me atrajera un abrazo familiar. Damien enterró su cara en mi cuello, provocando una risita.
- Huir después de besarme no es muy agradable, ¿sabes?- dijo Damien.
- Me pareció divertido.- me reí de nuevo.
Damien puso los ojos en blanco.
- ¿Y ahora qué? Me has pillado.- dije.
- Ahora, te enseñó una lección muy importante.- Damien me hizo girar.
- ¿Qué es eso?- seguí riendo mientras Damien me llevaba de vuelta a las escaleras.
- No despiertes al licántropo.- Damien susurró.
Me estremecí de anticipación. No llegamos a nuestra habitación porque un grito nos detuvo en seco.
- ¡El bebé viene! Repito, ¡el bebé viene!- Evan grito.
Tanto Damien como yo nos miramos con expresiones de preocupación y excitación. También me bajó y corrimos hacia los gritos. ¡Lexi estaba en trabajo de parto! La pobre Lexi estaba agonizando mientras agarraba del vientre. Parecía que iba a dar a luz ahora mismo y aquí mismo.
- Bien, tenemos que ir al hospital.- dije.
- ¿Dónde está Gabe?- preguntó Damien.
- No tengo ni idea.- Niya, que sostenía la manos de Lexi, respondió-. ¡Evan! Date prisa y encuentra a Gabe.- gritó Niya.
- Lexi, ¿puedes llegar al coche?- pregunté
- No puedo. Oh, mierda, otra contracción.- Lexi negó con la cabeza.
- Estoy aquí. Estoy aquí.- Gabe se precipitó hacia nosotros.
- Gabe, ella no puede caminar. Tienes que llevarla.- Le dijo Damien.
- Te tengo.- Gabe asintió y recogió a su compañera con cuidado.
Por suerte, Evan había conseguido un coche que estaba esperando en la entrada a Lexi y a Gabe. Niya y Evan fueron con ellos al hospital. Damien y yo decidimos ir en otro coche después de informarles a Dimitri y a Adilah.
- ¿Hermano? ¿Dónde estás?- grito Damien mientras subíamos a su piso.
- ¿Qué ha pasado?- Dimitri asomo la cabeza fuera del estudio.
- ¿No escuchaste los gritos de Lexi?- preguntó Damien.
- Oh, no. ¿Está bien?- Dimitri salió de su estudio.
- Hermano, está de parto. Gabe, Niya y Evan se han ido con ella. Hemos venido a buscarte.- Damien parecía confundido.
Cómo Dimitri no escucho los gritos de Lexi fue un misterio para mí también. El oído de los licántropos es excelente.
- ¿Dónde está Adilah?- pregunté.
- Está durmiendo.- respondió Dimitri.
- Ya estoy aquí. ¿Listo para ir?- Adilah salió corriendo de su habitación.
- ¿Qué?- Dimitri miró a su compañera, confundido.
- ¿Cómo que qué? Lexi estaba gritando como una banshee antes; probablemente esté de parto. ¿Listo para ir al hospital?- contestó Adilah.
- Nunca la oí gritar. ¿Por qué?- Dimitri parecía preocupado.
- Oye, no pasa nada. Has estado muy estresado últimamente; puede que te hayas quedado dormido o simplemente te hayas desconectado. Eso pasa.- Adilah consoló a su compañero.
Dimitri asintió con la cabeza, pero parecía que no estaba contento de no haber oído nada.
- Hermano, no lo pienses demasiado. Ven, vamos a dar la bienvenida al nuevo miembro de la familia.- Damien le dio una palmadita en la espalda a su hermano.
Nos dirigimos al hospital y Niya nos recibió en la entrada.
- ¿Cómo está Lexi?- preguntó Adilah.
- La llevaron directamente a la saña de partos. Parece que el pequeño está listo para hacer su aparición.- Niya se rió.
Nos dirigimos a la sala de espera donde estaba sentado Evan. Gabe, por supuesto, estaba dentro con el Lexi. Mientras todos estábamos sentados y esperábamos noticias, mi mente divagaba. Tener hijos era algo que siempre había deseado. Mi futuro siempre había sido planeado por mí, pero nunca nada sale según lo planeado. Nunca pensé que mi pareja sería el príncipe licántropo y yo viviría en el palacio. Me hizo pensar si alguna vez experimentaría algunas de las alegrías que siempre había esperado. Mi proceso de pensamiento fue interrumpido por Gabe saliendo con un pequeño bulto.
- Quiero que conozcan a mi hijo. Elijah Wells Davis.- Gabe sonrió con orgullo.
- ¡Oh, Dios mío, es adorable!- Adilah jadeo.
- Felicidades hermano.- Dimitri sonrió.
- ¿Cómo está Lexi?- pregunté.
- Ella está bien. Debería llevar a Elijah de vuelta con su madre, pero vosotros podéis entrar en cuanto esté todo bien.- Gabe sonrió y volvió a entrar en la habitación.
- ¡Qué bebé tan lindo!- Niya sonrió.
- ¿Quieres uno? Podemos practicar.- Evan arqueó las cejas.
- ¿De verdad, tío? Baja el tono.- Damien negó con la cabeza.
- Hermano. Realmente necesito hablar contigo.- Dimitri miró a Damien mientras suspiraba.
- ¿Ahora?- preguntó Damien.
- Ahora. No haría esto si no fuera extremadamente importante.- Dimitri suspiró.
Sintiendo la urgencia, Damien asintió y al mismo tiempo Gabe asomó la cabeza.
- Podéis entrar.
- Ve. Nos reuniremos pronto.- dijo Dimitri.
Adilah me cogió de la mano y entramos en la habitación. Lexi mi siquiera parecía que acabara de dar a luz. ¿El brillo de la nueva maternidad quizás? El pequeño Elijah dormía profundamente sobre el pecho de su madre.
- Chicos, es simplemente adorable.- Niya se entusiasmó.
- Lo es, ¿verdad? Estoy tan feliz de que finalmente esté aquí.- Lexi sonrió.
- Yo también. Evan, ahora tenemos un bebé en la familia, así que baja el tono con las bromas inapropiadas.- dijo Gabe, haciendo que todos nos rieramos.
- Vamos, mis chistes no son tan malos.- Evan murmuró.
En ese momento entraron los dos hermanos y supe inmediatamente que algo iba mal. Dimitri se acercó enseguida a Adilah y aspiró su aroma. Me volví hacia Damien, que tenía una expresión tensa en el rostro. El estado de ánimo alegre desapareció de repente. ¿Qué le había dicho a Dimitri a Damien para que se pusiera así? Algo malo seguro. Algo muy malo.

Reina de los licántropos. (Libro 2)Where stories live. Discover now