Capítulo 23

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Narra Damien.
Maldita sea, me había portado muy bien las dos últimas semanas. No me malinterpretes, no fue por elección sino por obligación. Lo único que quería era ver a Elodie desnuda en mi cama, pero no podía porque tenía que ayudar a mi hermano. Pero todo eso se fue por la ventana cuando mi compañera decidió tomar el asunto en sus manos. No es que la culpe, ella también debe estar volviéndose loca. Reconozco que no he pasado mucho tiempo con ella, y tenía claro que me deseaba tanto como yo a ella. En este momento, mi licántropo amenazaba con apoderarse de mí y me esforzaba por empujarlo hacia abajo. No ayudaba el hecho de que mi sexy compañera estuviera sentada en mi regazo, llevando una lencería transparente. Mi licántropo no se hacía cargo, porque quería disfrutar de este momento. Tendría que esperar. En cuanto lo tuve bajo control, me levanté agarrando a Elodie. Ella siguió, agarrandose a mis hombros. Dios, se veía tan caliente. Sus ojos estaban fijos en los míos, y estaba esperando que le hiciera mía. La tiré a la cama, viendo como sus rizos rebotaban y ella jadeaba. Mis ojos se clavaron en los suyos, advirtiéndole que no se moviera. Ella quería esto; lo conseguiría, pero solo cuando yo le diera permiso. Esos ojos color jade llenos de lujuria, llenos de deseo. Todo para mí. Todo mío. Sonriendo, me arrastre por la cama, amando la forma en que Elodie contenía la respiración. Mi pequeña paloma, se veía encantadora.
- ¿Qué clase de compañero deja a su compañera sintiéndose abandonada?- rezongue.
- Mal... un mal compañero.- Elodie respiró, con las manos agarrando las mantas.
- Hmm... que mal compañero.  ¿Quién podría dejar esto descuidado?- susurré contra su núcleo.
Elodie jadeo mientras yo besaba su núcleo a través de la lencería.
- ¿Damien?- ella preguntó.
La mira interrogativamente y ella me atrajo hacia sí capturando mis labios en una Colorado beso. Me reí y luego gemí cuando su mano se enredaron en mi pelo. Alguien estaba impaciente. Ella rompió el beso, con los ojos cerrados, esperando. Volvió a bajar la cabeza, besándose un núcleo por encima de su lencería. Estaba probando y provocando, y me encantaba oír sus suaves gemidos mientras mi lengua subía y bajaba puso abertura.
- Damien, no puedo aguantar más.- jadeo Elodie-. ¡Follame, por favor!
- Solo tenías que pedirlo, palomita.- dije con una sonrisa.
Por mucho que me gustara esta ropa interior, tenía que desaparecer. Tiré de la tela para bajarla, pero acabé rompiendola por la mitad.
- Damien.- Elodie jadeo.
- Me estorbaba.- dije, tirando las bragas a un lado, me encogí de hombros.
- Bueno, dejame mostrarte lo que has estado perdiendo.- dijo mientras separaba sus piernas, mostrándome su núcleo mojado.
Mi elodi no era para nada tímida. Uno pensaría que lo sería después de la mierda por la que ha pasado, pero me sorprendió descubrir que no lo era. Me sorprendió aún más descubrir que era una sucia descarada. Me encantó. Realmente era perfecta para mí. Así que no fue sorprendente que se sentara, sus pechos estaban justo en mi cara, tentándome.
- Entonces será mejor que te desnudes. Llevas demasiada ropa.- tiró de mi camisa.
- Por supuesto, cualquier cosa por ti.- Le guiñe un ojo.
Yo no me sentía cohibido, pero que tu pareja te metimiento hasta desnudas, puede hacerte sentir así. Mis dudas se disiparon cuando Elodie se lamió los labios en cuanto me quité las vaqueros y los boxers.
- ¿Ves algo que te gusta?- pregunté.
- Quiero decir, claro.- respondió Elodie.
Sonriendo, la empujé de nuevo hacia abajo y la besé suavemente.
- Eres buena para mi ego, cariño.
- Eres bueno para mi y punto.- ella sonrió, tirando de mi hacia abajo para un beso.
Mis labios recorrieron su cuello hasta su hombro. Aquí es donde la marcaría. Pese ese lugar varias veces, haciendo que Elodie gimiera.
- Aquí es donde te marcare. Dios, no puedo esperar a que lleves mi marca.
- Hmm... La habría llevado antes, pero alguien estaba ocupado.- Elodie guiño un ojo.
Gruñi juguetonamente, mordiendo su piel.
- Lo compensaré.- mis labios siguieron bajando.
Encontré su coñoo empapado y gemi.
- Elodie, ¿intentas matarme?
- Lo haré si no pones tu boca en mi coño ahora mismo.- ella siseo.
Peleadora, me gusta. Decidiendo darle lo que quiere, acerqué mi boca a su coño. Empecé con toques de burla con solo la punta de mi lengua, lamiendo desde el fondo hasta la parte superior, saboreando su sabor. Elodie se estremecía con cada toque, mientras yo pasaba la punta de mi lengua por su clítoris.
- Oh, Damien, justo ahí.- susurró, agarrandome por la nuca y empujandome hacia su punto de placer.
Ataqué su coño, haciendola gemir, empujando sus caderas hacia arriba para encontrarse con mi boca. Sentí que se acercaba a su liberación y fue entonces cuando me detuve.
- ¿Qué... por qué?- Elodie me miró con ojos llenos de deseo. Acaricié mi polla un par d eveces antes de alinearla con su entrada.
- Te vas a correr, peri no hasta que yo esté dentro de ti.- sonreí, empujando dentro de su apretado coño.
- Oh, Dios.- la cabeza de Elodie cayó hacia atrás.
Me moví lentamente al principio, queriendo que se acostumbrara a mí.
- Muévete, Damien.- ella gimió.
Entre y salí lentamente, haciéndola gruñir de frustración.
- Muévete más rápido.- dijo.
Sonriendo, la levanté para ponerla en mi regazo.
- Joder, que profundo.- ella gimió.
- Quiero que me muestres lo rápido que te gusta. Utilízame.- Le dije. 
Melody pareció sorprendida por un momento antes de levantarse lentamente punto quería que confiara en mí, que confiara en que lo que estábamos haciendo era completamente diferente a cualquier experiencia que haya tenido. Borrar los malos recuerdos con los buenos. Además, verla con tanto placer era un plus.

Narra Elodie.
Apoyé mis manos en el fuerte pecho de Damien para mantener el equilibrio, antes de volver a bajar sobre su palpitante polla. Se deslizó sin esfuerzo, resbalando con mis jugos. Los ojos mientras se llenaban mis caderas contra la suya, sintiendo como su miembro se estiraba y se hundía más en mí. Estaba en puro éxtasis. Empecé a ir cada vez más rápido, echando la cabeza hacia atrás de placer. También pegó su boca a mi pecho, haciéndome jadear de placer. Su lengua rozó mi pezón, provocando escalofríos por todo mi cuerpo hasta llegar a mi núcleo.
- Damien... no puedo aguantar más. Estoy tan cerca...- exhale entre jadeos.
Despegó su de mis pezones perversos y pasó su nariz por mi cuello, justo por el lugar donde me marcaría. Mi respiración se volvió más pesada mientras alcanzaba mi punto máximo, notando a Damien con todo lo que tenía. Sentí sus caninos en el punto de mi cuello.
- Oh, Dios, voy a...- jadee.
- Hazlo.- susurró-, ¡correte! ¡Correte para mí!

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Perdón por estar ausente estos 4 días pero me encontraba enferma y no tenía ganas de nada ahora en recompensa os he escrito estos dos capítulos con mucho ímpetu desde anoche a las 22:30 hora española. Espero lo disfruten y disculpen la tardanza. Besos: vuestra escritora.

Reina de los licántropos. (Libro 2)Where stories live. Discover now