Reina de los licántropos. (Libro 2)

Capítulo 31

Narra Damien.
Lo sabía. Sabía que debería haber matado a este chucho la primera vez que lo vi. Su sonrisa dirigida a mi compañera me estaba haciendo muy difícil mantener el control. Parecía engreído, como si quisiera que yo perdiera el control. Elodie era una licántropa fuerte, pero su reacción natural al ver a su agresor no pudo ser evitada. Dio un paso más hacia mí, con su cuerpo tratando de ocultarse de él. Eso hizo que la sonrisa de Jordan se hiciera más grande y que el control que yo tenía sobre mi licántropo se aflojara. Teníamos un plan al que ceñirnos, pero ver la reacción de mi compañera ante su agresor me lo estaba poniendo muy difícil. Adonis me miró preocupado, sabía que estaba al borde de perder el control y eso significaría que nuestro plan iba a fracasar.
- Ah, Elodie, me alegra ver que conoces tu lugar.- se rió Jordan.
Gruñi, pero Elodie me contuvo. Cómo quería ver su cadáver bajo mis pies. Era tan tentador...
- Apuesto a qué os estáis preguntando qué estoy haciendo aquí. Ya que os tengo rodeados, podría decíroslo. Después de vuestra hazaña de robar a mi compañera, me echaron de mi manada. ¿Yo, expulsado?- se burló.
Le miré fijamente; el cabrón estaba tan pegado de sí mismo que ni siquiera pensaba que estaba diciendo lago malo. ¿Le robé su pareja? Me robó la mía y lo pagará con su vida.
- Así que, fui bravo. No me llevo mucho tiempo a encontrar a Ian y su pequeña manada de rebeldes. Todos ellos guardaban un impresionante rencor contra nuestro poderoso rey. Fue como si el destino estuviera de mi lado, tuve una oportunidad perfecta para recuperar mi compañera y vengarme de los que me me arrebataron. Encontramos mas bribones que querían unirse a nosotros. Fue perfecto.- se rió.
Adonis dio un paso adelante, pero inmediatamente nos rodearon más matones. Nos superaban en número, aunque eso realmente no importaba. Solo eran hombres lobo, no licántropos.
- Ah, ah, ah, yo no haría eso. ¿A menos que quieras que estos pobres e inocentes miembros de la manada mueran?- Jordan levantó las cejas.
Eso sí que era un problema. No dejaríamos que pusieran su mano en estos miembros de la manada. Eran inocentes en todo esto. Adonis frunció el ceño pero dio un paso atrás. Hoy no dejaría morir a ningún inocente.
- El rey escucha.- se burló Jordan.
- Hoy es el día en que pierdes. Has llegado justo a mis manos, estás justo donde quiero que estés. Recuperaré a mi compañera tal y como quería.
Esta vez, no pude evitarlo.
- Ustedes son una manada de hombres lobo; nosotros somos una manada de glicántropos. Tal vez olviden ese pequeño hecho. Lo que nos faltan números, definitivamente los compensamos en fuerza, y a diferencia de ustedes que consideran a las mujeres débiles, sabemos que nuestras mujeres son tan fuertes como nosotros. No tenéis nada contra los licántropos, especialmente a aquellos que estáis amenazando de perder a su pareja. Recuerda eso, chucho.
- ¿Has ensayado eso? Por favor, todos sabemos que las mujeres son débiles. Especialmente Elodie, pero eso está bien, porque el lugar de una mujer no es pelear.- Jordan me miró antes de reírse.
Dirigí mi mirada a Adilah, que se tensó. Eso nos tocó la fibra sensible a todos, pero más a Adilah.
- Oye, sácate la polla del culo. Elodie es cien veces más fuerte que tú, y hoy te darás cuenta.- se burló.
- Hmm... mejor mantener la boca cerrada perra o mataré a uno de estos idiotas.- amenazó Jordan.
Adonis gruñó, haciendo que algunos de los rebeldes dieran un paso atrás. Su poder era innegable.
- Cuida tu tono.
- ¿No quieres saber cpmo supe que estaríais aquí? No aparecí por casualidad, me lo dijo alguien de dentro. Alguien en quien confías pero que solo me es leal a mí.- Jordan puso los ojos en blanco.
Elodie se tensó a mi lado le froté la mano para tranquilizarla. Sabíamos que esto iba a suceder. Tenía que ser fuerte como yo sabía que era. Jordan rogaría por la pequeña parte de ella que aún reaccionaba a él. Adonis y yo compartimos una mirada cómplice. Se acercaba el momento de realizar nuestro ataque. Con cuidado, saqué mi teléfono y tecleé el código para Gabe. Estaba listo para enviarlo en cuanto me diera la señal.
- Elodie. Dulce, dulce Elodie. ¿No quieres contarle a tu compañero como los tradicionales?- se rió Jordan.
Fingir mirar a éllody confundido mientras se tensaba bajo la mirada de Jordan. Adonis se quedó parado sin mostrar ninguna emoción, algo que se le daba increíblemente bien.- Sí, tu Elodie sigue siendo leal a mí porque conoce su lugar y sabe lo que pasa si me desafía. Elodie me envió una carta diciéndome exactamente donde estarías y supe que era la oportunidad perfecta para atacar.- sonrió Jordan-. Tanto el rey y su compañera como mi compañera y el príncipe. No sabía cuándo se presentaría otra oportunidad.  Verás, Elodie era mía y siempre lo será.
Como quería borrar esa sonrisa de su cara.
- Bien jugado, Jordan, pero realmente eres un idiota. Tan cegado por tu deseo de tener a Elodie que te has vuelto demasiado engreído. ¿Realmentevcrees que hemos estado jugando en tus manos?- Adonis dejó escapar una dura carcajada-. No, maldito bastardo, tú jugaste en nuestras manos. Elodie te dijo lo que queríamos que supieras. Ella nunca nos traicionó a nosotros ni a su compañero, te la jugó a ti. Traernos aquí todos juntos era parte del plan. Pero estabas tan atrapado por tu deseo de venganza que no vsite el panorama general. ¿De verdad creías que yo estaría tan tranquilo si amenzabas a mi compañera, sin saber que estaba a salvo? Mi hermano podría haberte arrancado la garganta hace mucho tiempo, pero esperamos. Queríamos que pensaras que habías ganado.- concluyo Adonis.
Esta vez sonreí ante la mirada de Jordan. Como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar. Como si Elodie no le fuera leal, su plan no había salido bien. Es gracioso ver lo estúpido que parecía. Adonis me miró y asintió, mi dedo pulsó el botón de enviar justo cuando Elodie sonrió con satisfacción y miró a Jordan fijamente a los ojos:
- Sorpresa, hijo de puta.