8. Dorothea

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A la mañana siguiente, me desperté con ganas de un poco de paz. Me senté en el suelo, cerré los ojos y me concentré en mi respiración. El estrés y la presión de las últimas semanas me habían dejado agotada, y necesitaba encontrar un momento para relajarme.

De a poco comencé a sentirme más relajada. Mis preocupaciones se desvanecieron, después de unos minutos, abrí los ojos y me sentí renovada. El estrés había desaparecido.


Al medio día, tuve una reunión con el equipo para hablar de cosas del trabajo. Cuando terminamos, recibí un mensaje de Selena enviándome que llegaba. Enseguida, les dije a mis compañeros y al personal de la productora que les agradecía su tiempo y les corté la videollamada. Después, preparé el lugar para que Selena se sintiera a gusto cuando llegara.

Tenía tantas cosas que contarle y, sobre todo, muchas ganas de verla.

Quería contarle todo lo que me había pasado desde la última vez que la vi. Habíamos pasado meses sin vernos, y aunque solíamos mantener contacto por videollamada cada semana, en los últimos días, mi falta de concentración me hizo olvidar ese pequeño detalle con Selena. Travis me mantenía muy distraída.

Cuando vi que su coche se acercaba, me puse de pie y corrí hacia la puerta. Cuando ella se bajó del coche, la saludé con un beso y un abrazo.

—¡Hola, guapa! ¿Cómo estás? —le pregunté mientras la abrazaba con fuerza.

—¡Hola, linda! Estoy bien, un poco cansada de tanto viajar, pero feliz de estar aquí —me dijo, devolviéndome el abrazo.

—Perdona que te haya hecho venir así, pero tenía muchas ganas de verte —le dije, sonriendo.

—No pasa nada, yo también tenía muchas ganas de verte —me respondió, sonriendo también.

Nos sentamos en el sofá y Selena se tomó un momento para refrescarse.

—¿Qué tal todo? —le pregunté, ofreciéndole una copa de vino.

—Todo bien, gracias —dijo, chocando su copa con la mía —Estoy segura de que no me has pedido que viniera aquí solo para verme ¿Verdad?

—¡Claro que no! —respondí, riendo— Hay algo que quiero contarte.

—¿Qué es? —preguntó Selena, con curiosidad.

—Bueno, pero tienes que esperar —dije, sonriendo de nuevo —Te lo contaré en cuanto hayas descansado un poco.

—De acuerdo —dijo Selena, riendo —Pero no me hagas esperar mucho.

Durante un breve instante, me pregunté cómo abordar el tema que me preocupaba. En lugar de eso, opté por preguntarle cómo le iba con el lanzamiento de su línea de perfumería y el estreno de su película.

Destinos CruzadosOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz