26. I end up in crisis

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Lo vi partir, y la silla se convirtió en una prisión de la que no podía liberarme.

Me quedé paralizada, mirando por la ventana cómo su coche se alejaba, cada vez más pequeño. Sentía como si mi corazón se estuviera rompiendo en pedazos.

Me tomó varios minutos encontrar la fuerza para ponerme de pie, y al asomarme por la ventana, su auto ya había desaparecido en la distancia.

El silencio era atronador. La casa estaba vacía, y yo me sentía sola y perdida.

No lograba encontrar las palabras para expresar todo lo que aconteció en Londres; no entendía por qué.

Algo en mí se aferraba a los recuerdos del pasado, como si fueran tesoros frágiles que no quería soltar. Pero una parte de mi necesitaba ya soltar todo este asunto de Londres.

Sabía que Travis tenía razón. Todo había sido demasiado precipitado. Pero mi relación con Joe había llegado a su fin; ya no quedaba rastro del romance que alguna vez existió. 

Había encontrado la felicidad junto a Travis. Ahora él es mi persona. Travis era mi alma gemela.

¿Por qué no le dije esto?

El sol se había puesto, y la noche se cernió sobre la ciudad. La calle estaba vacía, excepto por un par de árboles que se mecían al viento.

—Taylor, hija, ve a la cama por favor—sentí la fría mano de mi madre sobre la mía.

Me giré para mirarla, y vi la preocupación en su rostro.

—No—dije con el corazón roto—Él volverá.

Quería aferrarme a la idea de que Travis olvidará lo que había pasado, y que pudiéramos seguir nuestra vida juntos. Pero sabía que eso era imposible.

—Taylor es hora de descansar vamos —me habló mi padre.

Su voz era firme, pero había un rastro de tristeza en sus ojos.

Me levanté de la silla, y me dejé guiar por mis padres a mi habitación. Me acosté en la cama, pero no pude dormir. Me quedé mirando al techo, pensando en Travis.

Reconozco que cometí un grave error al no comunicarle a tiempo a Travis mis decisiones. Siempre me había apoyado y respetado, y ahora me doy cuenta de que mi silencio lo afectó de una manera que jamás hubiera imaginado. Ahora, veo que me ama de verdad.

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