Taylor Souvage, una famosa cantante, se encuentra con Travis Kovac, un destacado jugador de fútbol americano, después de uno de sus conciertos. Travis se enamora profundamente de Taylor por su talento y personalidad, pero ella lucha con sus propias...
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¡Advertencia! El siguiente capitulo contiene lenguaje explicito, se pide discreción al leerlo.
Al día siguiente desperté con el sol en mi cara. Cerré los ojos y lo disfruté por unos segundos, pero pronto mi mente se despertó y me encontré pensando en lo que había sucedido la noche anterior. Aún estaba un poco inquieta, pero también sentía una extraña sensación de calma.
¿Qué me esta pasando?
Hace solo unas horas había estado pensando en cómo quería pasar el resto de mi vida con él. Ahora, su propuesta me hacía sentir insegura. ¿Por qué?
Por supuesto que lo quería. Es el hombre de mis sueños.
Pero algo en mí me decía que esto era demasiado pronto. Que necesitaba más tiempo para pensar.
Me senté en la cama y me di cuenta de que no era la primera vez que me sentía así. Todas mis relaciones anteriores habían sido muy intensas, y siempre terminaban de la misma forma: con un final abrupto y doloroso.
Estaba empezando a pensar que había algo en mí que me atraía hacia los hombres que no estaban preparados para el compromiso. Hombres que me hacían sentir amada y especial, pero que luego me abandonan.
Pero esta vez era diferente. Travis me ama de verdad y quería pasar su vida conmigo.
¿Entonces cuál es el problema?
Las veces anteriores, había sido yo quien había dado el primer paso en la relación. Ahora, era él quien lo estaba haciendo.
¿Por eso me sentía así? ¿Por qué él estaba dando el paso que nadie más había dado por mí?
Me levanté de la cama y fui al baño a ducharme. Mientras el agua tibia caía sobre mi cuerpo, me pregunté qué era lo que realmente quería.
¿Quería pasar el resto de mi vida con él?
Sí, lo quería.
Pero no quería que terminara como mis relaciones anteriores.
Necesitaba asegurarme de que yo estaba preparada para el compromiso.
Al salir del baño, me encontré con un Travis aún dormido. Su rostro relajado y sus labios entreabiertos me hicieron sonreír. Bajé rápidamente a la cocina para preparar algo antes de que despertara.
Mientras bebía mi té, pensé en lo de la noche anterior.
Sé que tengo que darle una respuesta a Travis, pero no sabía cuál.
¿Debía decirle que sí, a pesar de mis miedos?
¿Debía decirle que no, y arriesgarme a perderlo?
No tenía una respuesta fácil. Terminé mi té y me senté a la mesa.
