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Un largo viaje en carretera con el tío que no conozco











Ni siquiera el sol se había asomado y ya podía escuchar un pequeño escándalo fuera de la puerta de su cuarto. A través del pequeño espacio que había entre el suelo y la puerta, podía ver una luz brillante y pies que pasaban de un lado a otro. No quería levantarse para nada en el mundo, pero prefería hacerlo por su cuenta antes de que uno de sus padres ingresasen a su cuarto luego de estar peleados.

Con extrema pereza, se levantó de la cama. La pesadez en su cuerpo lo obligaba a volver a la cama y no despertar hasta tener la luz del sol en plena cara, pero ignoró todo y salió de su cuarto, haciendo que el movimiento en su apartamento se detuviera. Su madre lo miraba inquieta, con una gran y llena mochila en sus manos (su mochila), su padre por otro lado estaba en la sala, hablando con un hombre que se parecía mucho a su padre, a excepción del cabello -negro- y los ojos -marrones-.

---Vístete y busca tus maletas, hijo. Dentro de poco te vas--- expresó su madre apurada, reanudado su camino a la sala.

Hiccup no tuvo de otra y se preparó para salir. Con uno de sus muchos jeans desgastados y una franela negra bastaba. Tomó sus dos maletas (idea de su preocupada madre) y fue a la sala a conocer a aquel hombre que hablaba con su padre de una forma familiarmente envidiable.

---Hijo, él es tu tío Ereth--- presentó Estoico.

El hombre se levantó del sillón y le extendió una mano para estrecharla, mientras expresaba lo feliz que estaba por verlo de nuevo y que la última vez Hiccup era tan solo un bebé cuando se vieron. Él correspondió al apretón por pura cortesía, con una mueca de incomodidad ¿qué le importaba si ese hombre alguna vez le cambió los pañales?

La despedida de sus padres fue algo excesiva considerando que volvería dentro de tres meses, estaría con el hermano de su padre y fue idea suya, para empezar. Aún así, los abrazó y aceptó de buena forma los besos de su madre, después de todo muchas cosas pueden pasar en tres meses.

El montarse en el asiento del copiloto de esa camioneta negra, mientras veía cómo su edificio se iba alejando, para que posteriormente fuese la ciudad, fue realmente un tormento. No quería irse, quería quedarse y seguir su vida tal y como la llevaba, no quería cambios drásticos tan de golpe. Sabía que tal vez sonaba como un niño berrinchudo, especialmente porque él mismo provocó esta decisión en sus padres, pero el simple echo de estar con más de su familia de parte de su padre le resultaba fatal, ya de por sí le era suficiente la humillación de la familia de su madre como para recibir más y al doble.

---Me sorprendes--- expresó su tío Ereth luego de varios minutos en silencio, en la carretera.

No respondió, pero sí dejó de ver por la ventana para verlo a él. ¿Qué le sorprendía?. Probablemente su padre había echo más que ponerse al corriente con su hermano y le había chismeado todo lo que había echo (o lo que él sabía).

---Estás muy grande y fuerte, cuando me lo dijeron pensé que serías más pequeño y débil--- siguió, sonriendo de lado.

Se sintió molesto, ¿Qué insinuaba? ¿Qué cosas le había contado su padre?

---No sé de qué hablas--- gruñó Hiccup en voz baja, pero al parecer su tío lo escuchó.

---Naciste de prematuro, hijo. Realmente me sorprendió escuchar todo lo que has echo. Te acostumbrarás rápido a la finca.

Después de eso no hablaron más. Tal vez Ereth trató de sacarle platica, pero él sólo se limitaba a responder con "sí", "no", "tal vez". Tardaron varias horas antes de entrar a Berck, lo que fue una eternidad para Hiccup.  Podía notar más que fácilmente que ya no estaba en la ciudad. Los árboles abundaban más de lo común, no había ni un solo edificio, había varios terrenos sin ni una sola casa y otros más con ganado de vaca comiendo pasto. Habían varias personas montando caballo en la carretera y niños jugando por todos lados. Sin duda, Berck era el típico pueblito pequeño en donde todos se conocen.

De igual forma, la camioneta no paró hasta llegar lo que parecían ser las afueras del pueblo, donde había una pequeña casa con un enorme terreno. Ya estaban en la finca. Ereth estacionó la camioneta y le indicó que se bajase, al tiempo que un chico que parecía de su edad salía de la casa.

Hiccup no pudo evitar sentirse algo intimidado, por ese enorme y musculoso pelinegro que se acercaba hacia ellos con una leve sonrisa.

---Hola, papá--- saludó el chico a Ereth ---. Hola, tu debes ser Hiccup--- ahora dirigiéndose a él.

---Am, sí.  ¿Tú eres?

---Soy Ereth... Junior--- agregó al ver la pequeña cara de confusión del castaño.

---Junior te ayudará con tus labores en la finca--- explicó su tío, sacando las maletas del maletero de la camioneta.

---Ven, te enseñaré te cuarto.














Pana, Ereth Junior es el Ereth de siempre. Quise tomar la famosa frase de "Ereth hijo de Ereth" y bueeee...
Espero les haya gustado 💙

CampoWhere stories live. Discover now