25

25 4 1
                                    

Escapando... Otra vez

Hiccup abrió levemente la puerta del baño, viendo a ambos lados del pasillo para ver si alguien pudiese verlo. No había nadie. Escuchaba las voces de los mayores en la cocina, mientras la voz de Ereth y Heather se escuchaba en el cuarto del primero. Apagó la luz del baño y, cerrando las puerta tras de sí, corrió a su habitación, tomó una hoja doblada, metiendola en el bolsillo de su pantalón.

Se escapó por la ventana y tomó la moto sin que nadie se diese cuenta. ¿Estaba haciendo una estupidez? Probablemente sí, ¿Sus padres perderían esa confianza que había ganado con esfuerzo? Tal vez ¿Se iba a arrepentir? Jamás.

Manejó hasta la casa de su novia, quedando afuera en su moto, observando la casa. Habían algunas luces encendidas, entre ellas las del cuarto de su novia. Podía pasar fácilmente ahí toda la noche con tal de despedirse de ella y Astrid por la mañana, porque sabía que se iban a sentir decepcionadas si desaparecía de un día para otro, y ni siquiera soportaba la idea de pensar en su novia llorando porque él no tuvo ni la descendencia de avisarle.

---¡Hiccup!--- su voz lo sacó de un pequeño trance. Volteó a verla, ya estaba en pijama y lista para ir a dormir.

Elsa había ido a cerrar la cortina cuando vió a su novio afuera en la calle. Alarmada, le preguntó qué hacía ahí.

---Solo- quería verte.. antes de irme--- respondió apenado, rascando su nuca.

---¿Irte?--- Elsa frunció el seño, arrugando levemente la nariz.

---Mañana por la mañana me voy--- reveló ---, pero no podía con la idea de dejarte sin explicación alguna.

---Vaya, el último romántico--- bromeó la platinada, descansando sus brazos en el marco de la ventana ---. Tienes mi número, podrías mandarme un chat explicando todo.

---¡¿Sabes lo feo que suena eso?!--- se escandalizó el castaño ---. Explicarte porque ya no estoy por ¡chat!--- sonrió un poco, bajando de la moto ---, por eso me llaman Romeo.

---Y supongo que yo soy tu Julieta--- Elsa sonrió levemente ---. Romeo, oh, Romeo ¿dónde estás que no te veo?

Ambos rieron levemente. Extrañarían eso, oh, claro que lo iban a extrañar. Las risas y las bromas entre ellos, las charlas y conversaciones. Hiccup extrañaría escuchar su hermosa voz contarle algo que le pasó en el trabajo, narrandole un libro o cantándole una linda canción romántica, para ambos bailar un vals en su pequeño campo a la luz de las estrellas y linternas. Elsa claro que extrañaría cuando su novio le explicaba algo que ella no entendía de la finca, o cuando la ayudaba a prepararse para su último año de liceo. Aún así, había un pequeño consuelo, sabían que volverían a verse dentro de unos meses más.

---¿Subes o te quedarás ahí toda la noche?

---¿Qué quieres? ¿Que suba por el árbol?--- río irónico.

Así que ahí se encontraba él, escalando un árbol para llegar a la segunda planta de la casa de su novia sin que sus suegros se diesen cuenta, tratando de que las ramas no se rompan bajo su peso. Elsa se apartó de la ventana, aguantando la risa, mas no funcionó de mucho porque cuando Hiccup se dio un cocotazo en la cabeza Elsa estalló en risas.

---No es gracioso--- bufó mirando a su novia abrazarse el estómago mientras reía.

Elsa se le acercó, contradiciendolo con un "claro que lo es". Tomó a su novio por las mejillas y bajó su cabeza, se colocó en puntillas y le dió un tierno beso en el lugar donde se aporreó. Luego sonrió levemente y comenzó a decir "sana, sana, colita de rana" acariciando la cabeza de su pareja.

CampoWhere stories live. Discover now