Capítulo Diecisiete

2.7K 269 37
                                    


Martes 17 de Enero de 2023
7:30 PM
Mónaco.

_____

Mis días en el Principado estaban llegando a su fin, y eso me hacía sentir un poco triste, más de lo que me gustaría admitir.

Estos días aquí me habían servido para relajarme, recargar energías y sonreír mucho. Pensar que muy pronto volvería al estrés de la universidad y la vida cotidiana me hacía querer quedarme a vivir aquí por siempre, pero yo bien sabía que no podía hacerlo.

Y ni hablar de lo cómoda que se estaba volviendo mi "relación" con Max, ambos estábamos aprendiendo a convivir con el otro, a llevarnos bien y obviamente nos íbamos conociendo mucho mejor. Eso no significaba que habíamos dejado de pelear por cosas tontas –de hecho, casi siempre lo hacíamos–, pero a diferencia de hace unos meses, ya no sentía esa necesidad de darle una –o varias– palmadas en la cabeza.

Mientras que esto pasaba, yo terminaba encantada con el pequeño país. El domingo habíamos salido a visitar una pequeña isla cercas de Mónaco, la cual me había parecido hermosa, para después volver y pasear brevemente por la bahía. También habíamos vuelto a la playa, así como había tenido la oportunidad de caminar por las calles en donde se realizaba el Gran Premio de F1.

El lunes había sido un día más tranquilo. Bueno, a medias. En la mañana se había aparecido Brad en el apartamento de Max. Como podrán imaginarse, ninguno de los dos sabíamos que vendría, por lo cual fue una completa sorpresa para nosotros. Aún peor, Max y yo estábamos disfrutando de una caja llena de donas en ese preciso momento, la cual tuve que esconder de inmediato en el horno. De por sí Max estaba lidiando mucho con el tema del peso, así que no queria causarle más problemas.

El día mejoró paulatinamente, Brad solo había venido a dejar algunas cosas y a comentarle a Max cuando empezarían a entrenar de cara al inicio de la temporada. Aunque la verdad es que pasamos más tiempo charlando Brad y yo, incluso burlándonos un poco de Max –quien no estaba muy feliz, por cierto–.

Hoy también estaba fluyendo como un día tranquilo. En la mañana decidimos pasear por algunos otros lugares del país que aún no había visitado. Cuando volvimos a casa de Max simple y sencillamente queríamos hacer nada, así que nuestro plan de la noche era cenar comida china y ver una película a elección mía. Había elegido ver Orgullo y Prejuicio, porque nunca iba a ser suficiente para mí verla, y porque necesitaba ver las reacciones de Max a la película.

Y debo de decir, que no me arrepentía de mis decisiones. Había sido muy gracioso ver la reacción de Max a la primera propuesta de matrimonio del señor Darcy.

–No sé como las mujeres están enamoradas de ese hombre, es un idiota.– Había dicho al acabar esa escena. Yo solo me reía a carcajadas.

Al finalizar la película ambos nos quedamos en el sillón conversando sobre ella. Estaba a punto de levantarme a la cocina, pero Max alcanzó a hablar.

–Cambiando de tema, tengo algo de que hablarte.– Se reacomoda en el sillón y suspira. 

Me vuelvo a acomodar en el sillón, y le hago un gesto para que continúe hablando.

»Pues, no sé si sabías pero, Red Bull está planeando un evento para mostrar el monoplaza con el que vamos a correr este año. Por lo general no es gran cosa, pero este año lo van a hacer en grande porque van a dar un gran anuncio. Así que, en vez de ser en la fábrica en Inglaterra, va a ser en Estados Unidos... En New York, y yo quiero que vayas, conmigo.

Lo veo a los ojos y respiro profundamente. Mientras tanto, su expresión es de incertidumbre, o al menos eso percibo.

Trato de mantenerme tranquila. Pero por dentro una mini yo quería decirle algo como "me encantaría pero, ¿tu crees que yo tengo tanto dinero como para andar de paseo todo el año?"

Daylight | Max VerstappenWhere stories live. Discover now