Capítulo Treinta

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Jueves 20 de Abril de 2023
Ciudad de México, México.
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Miro todo a mi alrededor y sonrio satisfecha. Acaba de hacer mi limpieza más extrema en un buen tiempo, había limpiado hasta el rincón más oscuro de la casa y todo había quedado deslumbrante. Mis abuelas se sentirían orgullosas de mi.

Había limpiado hasta el cansancio, pero ahora el problema yacía en que los pensamientos intrusivos no habían parado, y eso me estaba matando.

–Mañana cumplía 21 años.
–En unas horas voy a volver a ver Max.
–En dos días la mitad de mi familia lo va a conocer.
–Mi papá me iba a matar cuando viera que me volví a tatuar.
–En un mes me decían si me podía titular por promedio.

Dios mío (Taylor), ojalá pudiera apagar un ratito a mi cerebro y simplemente no pensar en nada, o en algo ridículo.

Estaba tan estresada, abrumada y hasta ansiosa. Dos semanas de vacaciones no me ayudaron ni un poquito a relajarme, porque en cuanto puse un pie en la CDMX mi cabeza ya se estaba estresando.

Suspiro y cierro mis ojos buscando calmarme un poco. Me dirijo hacia la llave de agua de la cocina y me lavo las manos con mucho cuidado de no salpicar demasiado mi brazo derecho, en el cual yacía mi nuevo tatuaje, a pesar de que ya podía mojarlo no estaba muy lista para hacerlo.

En cuanto volví a la Ciudad de México me había encaminado al estudio de tatuajes en el cual confiaba. Anteriormente me había hecho un par de tatuajes, uno en mi muñeca izquierda y otro en mis costillas, no era mentira que quería muchos más, pero por ahora tres estaban bien.

Oigo como la puerta de la casa es abierta, y poco después Jaqui y Daniela entraron en casa. Ambas habían asistido a un congreso ofrecido por la universidad, al cual yo no había asistido ya que no estaba obligada a ir, preferí quedarme a limpiar como loca.

No inventes Melissa, ¿aún no terminas?– pregunta Daniela al verme aún en mis fachas de quehacer.

Acabo de terminar, en serio.

Jaqui mira alrededor, e intercambia miradas con Dani brevemente.

¿Ya viste la hora?– Vuelve a preguntar Dani, ahora más relajada.

Me muevo rápidamente en búsqueda de mi celular, el cual veo minutos después. 7:18 PM, mierda voy demasiado atrasada.

¡A la ver..! Deja me voy a bañar–. Comento aún más apurada.

Mis amigas solo ríen brevemente mientras yo salgo prácticamente corriendo a mi habitación. Rápidamente me desnudo y entro a la regadera y me doy un baño demasiado breve, pero relajante.

La razón de tantas prisas es que en menos de una hora tenía que ir al aeropuerto, a recoger a Max, y compañía.

Tranquila Melissa, todo va a estar bien.

Supuestamente, su avión aterrizaría en México alrededor de las 8:35 de la noche, pero si tenemos en cuenta que de mi casa a el aeropuerto podía hacer una eternidad de camino por el tráfico, tendría que estar saliendo aproximadamente... ya.

En diez minutos me termino de bañar, y en cinco me cambio y arreglo lo suficiente. Salgo de mi habitación y me encuentro a Dani esperándome. Ella me haría el favor de acompañarme al aeropuerto, especialmente porque yo sería capaz de chocar el auto saliendo de algún puente del estrés que tenía.

Mmm, ¿lista?– me pregunta la rubia. Levanto mis pulgares y sonrio no muy convencida, lo cual le sirve como respuesta. –No lo pareces, pero bueno, vámonos.

Daylight | Max VerstappenWhere stories live. Discover now