Capítulo Veintiséis

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'Cause i see sparks fly,

whenever you smile.

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Domingo 5 de Marzo de 2023
Manama, Bahrain.

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Día de carrera. Día en dónde mi estómago estaba más sensible que nunca.

Ayer había hecho el no tan maravilloso descubrimiento de que ver a Max correr me ponía los nervios de punta. Incluso me daban un poco de ganas de devolver mi comida.

Aunque también debía admitir que ante mis ojos el poder ver todo el detrás de escenas era increíble. Incluso el sonido de los autos me parecía asombroso, aunque me dejaran más sorda de lo que estoy.

Y ni hablar de Max, el cual se transformaba completamente en cuanto se ponía su traje de carreras. Pasaba de ser un gatito a un verdadero león, y eso me agradaba mucho.

Ayer la clasificación había sido muy buena para el equipo en general. Max y Checo empezarían la carrera en primer y segundo lugar respectivamente, y eso era ya una pequeña victoria para el equipo austríaco.

Yo había visto la qualy desde el garage del equipo. Había tenido muy buena compañía, pues Brad se había dispuesto a explicarme todas mis dudas. Por otro lado, había conocido a varios trabajadores del equipo, desde mecánicos hasta gente del equipo de marketing.

Una vez la clasificación terminó, todo el garage festejo levemente y algunos miembros del equipo se encaminaron hacia el lugar donde los tres primeros lugares darían unas entrevistas. Sin buscarlo, me ví arrastrada por la marea de gente vestida de azul marino, y de un momento a otro me encontraba en primera fila esperando a que Max bajara del auto.

El había compartido abrazos con los miembros del equipo, y una vez se acercó a mi hicimos lo mismo. No había sido un gesto demasiado “romántico”, pero vaya si dió de que hablar.

Hoy había amanecido con varios mensajes de mis amigas, quienes se había encargado de informarme sobre todo lo que se dijera de mí en redes sociales. Bueno, casi todo.

Había los típicos comentarios de páginas sobre chismes en donde hablaban decentemente sobre mí, luego había las fan pages que se alegraban de que su piloto favorito estuviera feliz, y luego estaban los que solo buscaban criticar y hacer daño.

Yo solo podía admirar las fotografías de Max y yo caminando de la mano por el lugar, con una sonrisa que parecía genuina en nuestras caras. De cierta forma, yo parecía alguien más. Una extraña.

Mi mañana había iniciado con un desayuno muy simple, pues mi estómago apenas y tenía hambre. En un inicio, el plan era volver a aparecer junto a Max en el circuito, pero el tenía algunos asuntos que atender desde temprano así que yo tendría que llegar junto a Brad un poco más tarde.

Hoy había decidido cambiar un poco mi forma de vestir. Estaba usando un vestido rojo que llegaba poco arriba de la rodilla con estampado de flores pequeñas, acompañado de una chaqueta de mezclilla básica y un par de sandalias negras que había comprado hacia apenas una semana. No era algo que usaría comúnmente, pues prefería usar colores oscuros o blanco y ropa un poco más urbana o cómoda. Pero de cierta forma, me veía diferente y me gustaba.

A las dos de la tarde había intentado comer algo más, pero de nuevo un nudo en mi estómago no me dejó comer más de lo necesario. En el comedor estaban transmitiendo la carrera de Fórmula Dos, y me había puesto aún más nerviosa.

Daylight | Max VerstappenWhere stories live. Discover now