Capítulo Veintisiete; Parte Uno

2.5K 312 108
                                    


Lunes 13 de Marzo de 2023
Ciudad de México, México.

_____

Melissa

Había pasado ya una semana desde que estuve en Bahrain, y aún no terminaba de entender lo que había pasado ahí.

A mi cerebro le gustaba pensar cosas que no tenían sentido, y de cierta forma ya estaba harta. Estaba empezando a perder concentración en otras cosas por estar dándole muchas vueltas a un asunto.

Justamente lo que estaba pasando ahora mismo, en vez de poner atención en mi clase de diseño gráfico estaba sobrepensando. Ya necesitaba poner un límite.

Para mi cerebro era más importante darle vueltas a algo que ya había pasado, que entender el porque el círculo cromático era algo importante a la hora de diseñar algo.

Tomé la hoja de mi carpeta y empecé a copiar indicaciones sobre la próxima práctica que tendría. Minutos después el profesor dió por terminada la clase y traté de salir lo más pronto posible.

Esta clase era optativa, por lo tanto no la tomaba con todo mi salón, solo con algunos de mis compañeros y personas de otros grupos. Jaqui no se había inscrito en esta clase, y la mayor parte del tiempo la pasaba sola.

No me consideraba alguien con demasiados amigos, trataba de ser cordial con mis compañeros, pero nunca llegaba a generar un gran vínculo de amistad con casi nadie. Para contar a mis amigos solo necesitaba los dedos de una mano.

Esta había sido mi última clase del día, así que solo quería salir corriendo directamente a mi casa, ducharme y cenar algo hecho por mí y dormir las horas necesarias.

Aunque al parecer mis planes tenían un gran, gran obstáculo.

–¡Melissa!– Gritó la voz de alguien que, desgraciadamente, conocía perfectamente.

Mis pasos paran de golpe, al encontrarme cara a cara con el idiota de Julio.

De mis ganas ahora mismo daba media vuelta y salía corriendo, aunque claro sería inútil si tenemos en cuenta que sigo dentro de uno de los edificios de mi facultad y que encontrar la salida sería más complicado.

Espero ver de lejos a alguna de mis amigas, o mínimo a algún compañero que me tuviera un mínimo de respeto para buscar una excusa. Pero no hay nadie que conozca y aparentemente estoy entre la espada y la pared.

»¡Hola chiquilla!– Arg, antes adoraba que me dijera así, ahora me daban unas inexplicables ganas de vomitar.

Me quedo estática en donde estoy, no se que decir o responder. Bueno, parecía que al fin había llegado el momento de mandarlo al diablo.

»Bueno pero, ¿desde cuándo tu no saludas? ¿Qué acaso tus modales no existen?– está hablando como si no me hubiera hecho vivir una experiencia digna de una canción de Taylor Swift, y no de las felices.

No saludo a las personas que gustan de manipular a los demás.– digo por fin, con todo el valor que encontré.

Ojalá Jaqui y Daniela estuvieran aquí, estarían pasándolo de lo más lindo.

La frente de Julio se frunce completamente, si creía que esta iba a ser una conversación muy amena estaba demasiado equivocado.

Ay Melissa, sigues siendo la misma persona aferrada al pasado que conocí.

Claro, lo decía como si nada, ¡el no había tenido que lidiar con que los demás le dijeran 'la otra'!

»Pero no hablemos de eso, mejor cuéntame ¿Qué tal las vacaciones? He visto que te has estado divirtiendo.– una maldita sonrisa malévola aparece en sus labios, y de inmediato sé que no iba a salir bien librada de aquí.

Daylight | Max VerstappenWhere stories live. Discover now