Capitulo Treinta y Nueve

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TW: este capítulo contiene menciones a la violencia física.
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Sábado 6 de Mayo de 2023
Miami, USA.
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Después de un día agotador en el circuito regresamos en completo silencio al hotel. Esta vez solo íbamos tres personas en la camioneta: Max, Brad y yo, siendo ellos quienes iban al frente, mientras que yo solo me dedicaba a mirar por la ventana.

Desde lo que había pasado después de la clasificación no habíamos tenido otro intento de conversación. Yo no quería presionarlo para hablar aún, y el parecía sin sentirse al cien por ciento en confianza conmigo.

Por esto mismo es que pasé otra hora y media sentada en una mesa del hospitality, esperando poder llegar al hotel a descansar. Pensar que había viajado a Miami para “relajarme”, y hasta ahora no lo he logrado.

Cuando por fin llegamos al hotel, salgo casi de inmediato de la camioneta, dispuesta a subir lo más pronto posible a la habitación. Antes de ingresar al lugar me dedico a ver brevemente el paisaje a lo lejos, unas pequeña nubes grises estaban empezando a formarse.

–¿Melissa?– interrumpe Max mi ensoñación.

Su cara ya había recuperado su color natural, pero en sus ojos no estaba esa chispa que por lo general tenía. Estiró su mano hacía mí, y después de tratar de leer su expresión la tomé, para después caminar detrás de él hasta el elevador.

El camino hasta la habitación es silencioso y un poco tenso. La presión de la mano de Max sobre la mía era mínima, pero de cierta forma cálida.

Llegamos a la habitación, y de pronto la sensación de querer vomitar vuelve a mi. Max suelta mi mano para deshacerse de su mochila. Me quedo parada en medio del lugar sin saber que hacer o decir.

–Voy a pedir la cena, ¿qué quieres que te pida?– me dice Max mientras levanta el celular fijo de la habitación.

–No tengo hambre...

–Pero tienes que cenar algo–. Replica ahora insistente.

–Entonces, pide lo que sea–. Asiente y empieza a llamar al restaurante del hotel.

Me acerco como puedo a mi maleta –la cual yacía en un rincón de la habitación– y saco mis pantaloncillos y una blusa de tirantes que usaba como pijama para después moverme hasta el baño.

–Me voy a duchar–. Es lo único que digo antes de encerrarme en el cuarto de baño.

A veces me resultaba demasiado relajante ducharme, quería ver si esto me ayudaba ahora mismo. Dejé mi celular en el lavamanos y puse una lista de canciones demasiado aleatorias, desde las típicas canciones de Taylor, hasta unas cuantas de pop en español.

Afortunadamente, el resultado fue el esperado, mi cerebro desconectó un poquito de la realidad y hasta mi apetito volvió. ¿Seguía preocupada? Obvio, pero al menos ya podía manejar este asunto de una mejor manera.

Me puse mi pijama –la cual tenía estampado de dinosaurios– e hice mi rutina de noche y salí del baño.

Lo primero que ví fue a Max sentado en la orilla de la cama con un plato de ensalada en sus manos. El también se había cambiado, ahora solo llevaba un short negro y una playera del mismo color sin mangas.

–Te pedí unos nuggets de pollo con papas. Espero eso esté bien...

Sonreí en línea recta al ver la charola con comida. Amaba el pollo en todas sus presentaciones y creo que Max era consciente de eso.

–Esta perfecto, gracias.

Max me devolvió la pequeña sonrisa, para después regresar a su cena. Dejé mi vestido sobre la maleta y caminé hasta donde yacía mi cena. Abrí la charola y me encontré con un sobre de catsup, el cual esparcí por toda mi comida.

Daylight | Max VerstappenTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang