Daylight | Max Verstappen

Capítulo Treinta y Tres

4/5

Sábado 22 de Abril de 2023
9:00 AM
Ciudad de México, México.
_____

Melissa

Lo primero que hago al abrir los ojos por la mañana es revisar que este en mi habitación, sin estar desnuda y sin encontrar alguien más durmiendo a mi lado.

Para mí alivio, estoy acostada en mi cama, con una playera que antes pertenecía a mi papá sobre mi cuerpo, y sin un acompañante inesperado en mi cama.

Aunque no puedo evitar notar un pedazo de tela oscura cerca de donde había recargado mis brazos hace rato. Muevo la tela y luego descubro que es una chamarra de hombre. Acerco la prenda a mi cara y la huelo, y entonces recuerdo de quien era.

Me llevo las manos a la cara tratando de hacer memoria de todo lo que había pasado anoche. Poco a poco llegan un par de recuerdos, de mi bailando y cantando junto a mis amigos, soplando las velas en un pastel, abriendo varios regalos...

Regalos, ¡Regalos! ¡Los boletos!

Trato de salir disparada debajo de las cobijas, pero una punzada en mi cabeza me impide correr, así que empiezo a tomarme las cosas con calma. Salgo despacio y empiezo a buscar el bolso que había usado anoche. Finalmente lo encuentro en un rincón de la habitación, lo tomo y abro para finalmente encontrar en el fondo el sobre con aquellos boletos que significaban tanto para mí.

Y justamente la siguiente cosa que recuerdo es a la persona que me hizo ese gran regalo. Desde su sonrisa hasta las veces que se atrevió a cantar en el karaoke. Desde la charla que habíamos tenido mientras regresábamos al departamento, hasta mi momento de joder las cosas.

También recordaba todos los besos que compartimos. Absolutamente todos. Y sus palabras y las mías. Argh, ¿por qué siempre recordaba lo que hacía en estado de ebriedad?

–¡Maldita sea!– digo mitad gritando, mitad susurrando mientras me vuelvo a tirar a la cama.

No sé cuanto rato duro así, cuando un par de golpes en la puerta me regresan al planeta tierra.

–¿Quién es?– digo dudosa, esperando que no fuera esa persona.

–Soy Dani, ábreme carajo–. Por un momento siento alivio, pero al oír el tono de su voz me preocupo, así que me levanto al instante a abrir la puerta.

–¿Qué traes loca?– digo al abrir la puerta. Ella pasa y cierra la puerta detrás, pero se detiene frente a mí.

–¿Te desmaquillaste ayer?– asiento en respuesta. –Bueno, pues todavía tienes algo de rimel corrido en los ojos.

Me muevo al baño de inmediato y una vez ahí me limpio de nueva cuenta la cara. Mi cabello estaba hecho un desastre y ahora mismo no podía hacer mucho por él, así que solo lo agarro en una coleta de caballo.

Salgo del baño para encontrar a Daniela dando vueltas por todo el cuarto.

–¿Qué pasó? Me estás empezando a poner nerviosa.

–Es Jaqui. Algo pasó anoche y no me quiere decir.

Me llevo ambas manos a la cara tratando de procesar esa información, suelto un suspiro y me siento en la cama.