King of the streets || Chestappen § Chewis

15. Culpa

"Max Verstappen: ¡Fuera del GP de Gran Bretaña!"

"Verstappen enfrenta una multa importante impuesta por la FIA. Además de la suspensión de su participación en la próxima carrera, deberá pagar 20.000 euros para evitar más sanciones".

" 'Mad Max' lo hace de nuevo. Enumeramos los enfrentamientos que ha tenido con algunos de sus compañeros de equipo desde sus comienzos en el deporte del automovilismo".

"Ricciardo arremete contra Max: Es un cretino idiota".

"Comienza a cuestionarse la autoridad de Horner en Red Bull. ¿Qué le depara al equipo con la ruptura de sus dos pilotos?

"Un ex-piloto opina sobre la situación en Red Bull: Horner está pagando con creces el haber despedido a Sergio Pérez. El karma existe".

"Fernando Alonso se burla del incidente del piloto de Alpine: Lo llama Esteban 'Mojón' y le recomienda comprarse unas zapatillas nuevas".

Por más que Sergio quería mirar algo decente en la televisión mientras esperaba a que le llevaran el desayuno a la habitación, le era imposible. Todos los canales que disfrutaba estaban hablando de lo mismo: Max Verstappen.

Bueno, a excepción de la última nota sobre Esteban, pero eso era poco relevante.

A Sergio no le gustaban esos titulares. La última vez que había visto algo de esa magnitud había sido el día en que Red Bull había anunciado que estaba fuera del equipo. La prensa se aprovechó en su momento para vender todo un circo, así que en esta ocasión no tenía por qué ser diferente.

Apagó la televisión y se levantó del sofá para mirar a través de la ventana que daba al balcón. Desde que el sol se había asomado por las montañas no había parado de llover. Spielberg estaba sumido en una fuerte tormenta que parecía describir a la perfección la situación. Apretó los labios, pensando una y otra vez en lo que había pasado el día anterior después de su triunfo en el Red Bull Ring. No podía quitarse de la mente la cara herida de Max, con sus ojos azules clavados en los suyos mientras era sujetado por los guardias de seguridad. Había dolor en ellos, no solo por los golpes que Daniel había alcanzado a darle, sino por algo más. Era un dolor distinto; uno que sabía que solo aparecía cuando estaba realmente herido.

Enseguida, no pudo evitar hacerse la pregunta que tanto había estado evadiendo desde la noche anterior:

«¿Fue mi culpa?»

Sergio tragó fuerte, alejándose de inmediato de la ventana para no tener que seguir sufriendo con las nubes que no paraban de llorar. Una parte de él sabía bien que no tenía la culpa de los arrebatos violentos de Max. Cuando perdía el control solía hacer cosas estúpidas. Sin embargo, esta vez se había excedido y en parte se sentía culpable de ello. Él mejor que nadie sabía que Max era débil de mente aún cuando le mostraba al mundo que era un ser frío y calculador, pero cuando una persona conocía la manera correcta de atacarlo, entendía que la manera más fácil para derrumbarlo era haciéndole daño a uno de sus puntos de presión más importantes: Sus anhelos.

Y él, en esta ocasión, formaba parte de ese punto.

Sergio jamás imaginó que Max de verdad lo quisiera tanto. Al principio pensaba que se trataba de una obsesión en la que lo único que deseaba era tener todo aquello que los demás no podían, pero la mirada que le había dedicado en el garaje había sido tan intensa que por un momento creyó que correría hacia él y lo abrazaría de la cintura para echarse a llorar, justo como lo había hecho en Abu Dabi para pedirle perdón después de la traición de Brasil. Por supuesto, aquella vez había sido solo un cuento, empero, ahora le daba el beneficio de la duda, sobre todo después de la pregunta que le había hecho en los vestidores antes de la carrera: