16. Un plan, recuerdos... y el Nano

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George se levantó rápidamente de la cama cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta de su habitación. Al abrirla, se encontró con el rostro consternado de Jos Verstappen, quien se estaba tomando el puente de la nariz con fuerza.

—Pase, por favor —dijo George, haciéndose a un lado para dejarlo pasar. Jos entró dando amplias zancadas y se detuvo frente a los ventanales del balcón, ocasionando que George lo siguiera preocupado—. ¿Qué fue lo que pasó? Recibí su mensaje urgente.

—Pasaron muchas cosas, George —la voz de Jos sonaba entrecortada y temblorosa—. Fue terrible.

George abrió los ojos grandes cuando lo escuchó suspirar profundamente.

—¿Qué fue lo que le dijo Sergio? —preguntó.

—Ese hombre es peor de lo que imaginé —Jos le dio la espalda para continuar en su papel de mártir. En sus labios se asomaba una sonrisa discreta por haber conseguido que George se involucrara de inmediato—. No le bastó hacerle la vida imposible a mi hijo cuando estaban juntos... No le bastó engañarlo ni jugarle sucio para conseguir lo que quería, mientras a ojos de las demás personas fingía ser el compañero perfecto—. hizo una pausa dramática, en la que volvió a suspirar para darse más credibilidad—. El muy desgraciado me confesó que se involucró sentimentalmente con Max solamente para vengarse de mí.

—¿Qué? —George no podía creerlo—. Quiere decir que Sergio y Max...

—Sí —afirmó Jos, girándose para que George viera sus ojos cristalinos—. Sergio jugó con los sentimientos de Max y luego lo dejó botado cuando lo despidieron.

George entró en pánico cuando vio al padre de Max derramar una lágrima. Jamás imaginó ver a un hombre tan fuerte y poderoso como él quebrarse de esa manera. Inmediatamente lo tomó del brazo y lo guió al borde de la cama para que tomara asiento. Le partía el corazón verlo así, pues no podía imaginar lo horrible que debía ser enterarse de golpe que tu hijo había sido utilizado por alguien con fines vengativos.

—Eso es vil y cruel...

—Lo es.

—¿Max jamás se lo contó?

Jos desvió la mirada, dándose un momento antes de responder. Las lágrimas eran reales, pero el motivo de su llanto era muy distinto al que George creía. Jos lloraba de rabia por haberse enterado de que su hijo había tenido una relación homosexual faltando, según él, a los principios y valores de la familia. Y no solo eso. Lo peor de todo era que se había enredado nada más y nada menos que con el insignificante de Sergio Pérez.

La persona que más odiaba en el mundo.

—¡Maldita sea! —gritó de pronto, asustando a George—. Lo siento, es que es tan vergonzoso... Lamento que te hayas enterado de esto. Tal vez debería irme —hizo el amago de levantarse, pero la mano de George sobre su antebrazo se lo impidió.

—¡No se vaya! No puedo dejarlo ir así... Necesita calmarse —George intentó consolarlo, al tiempo que estiraba la mano para acercarle una caja de pañuelos que estaba sobre la mesita de noche—. Max no puede verlo así.

—Pobre de mi hijo... —Jos tomó un pañuelo y se secó las lágrimas.

—No quiero ser insolente, pero no respondió a mi pregunta —George volvió a colocar la caja en su lugar y se sentó a su lado—. ¿Max jamás se lo contó?

—No, no lo hizo, pero puedo imaginar el por qué —Jos dejó de llorar, aunque mantuvo la imagen de padre vulnerable frente al muchacho—. Max suele ser muy reservado respecto a sus sentimientos. No es ningún secreto que es una persona complicada. En su última relación las cosas no salieron bien; la gente lo criticó mucho injustamente y él estaba tan decepcionado que prefirió centrarse en su carrera, pero estoy seguro de que Sergio se aprovechó de ese vacío emocional para envolverlo en una red de mentiras solo para conseguir lo que quería: desestabilizarnos a los dos. Siempre ha sido alguien muy envidioso. Desde que entró al equipo tuvo comportamientos cuestionables. Seguramente cuando se dio cuenta de que no podría triunfar por sus propios méritos, decidió involucrarse con Max para confundirlo, pero afortunadamente solo le funcionó por un rato.

King of the streets || Chestappen § Chewis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora