King of the streets || Chestappen § Chewis

23. Un nuevo trato entre excompañeros

Lando nunca imaginó que sus palabras provocarían que Carlos terminara siendo sometido en el piso, presa de un Charles Leclerc que parecía querer arrancarle los ojos con las uñas. En realidad, cuando decidió decirle a Charles lo que había descubierto —previo al arranque del gran premio, apenas unos minutos después de que se entonó el himno de Países Bajos—, este se mostró muy tranquilo, tan tranquilo que solo se limitó a hacer una mueca extraña antes de cubrirse la cabeza con el casco y caminar hacia sus mecánicos para prepararse.

Charles no era un chico que se caracterizara por tener un temperamento violento. Siempre buscaba hacer conversación con cualquier persona que tuviera a un lado, sereno, mostrando buenos modales en todo momento porque eso le habían inculcado en su hogar. Sin embargo, esa tarde parecía ser una persona completamente distinta.

—¡Ya basta! ¡Ustedes dos, aléjense!

La pelea no cesó hasta que seguridad puso orden en el garaje. Por fortuna no se habían hecho heridas graves, quizá uno que otro rasguño cerca del cuello y las manos, pero nada grave. Eso sí, Carlos era el más dañado, pues le había tocado llevarse la peor parte del enfrentamiento.

—¡Suéltenme! —exigió Charles, haciendo uso de toda su fuerza para librarse de las manos que le impedían moverse. Su mirada no se despegaba en ningún momento de Carlos, quien boqueaba desesperadamente para calmarse del susto.

—¡Todos a declarar!

Salir del tumulto resultó otro reto. Seguridad se los llevó sujetos de ambos brazos para evitar otro encuentro en los túneles, mientras que los demás pilotos involucrados en el pleito también fueron trasladados para descartar responsabilidades. Entre ellos estaban Lando, Fernando y Daniel.

Al llegar a una sala con mayor privacidad, todos tuvieron que enfrentar a los comisarios, quienes no estaban nada contentos con su actitud. Charles y Carlos recibieron una sanción máxima de 20,000 euros por haber protagonizado la pelea en los boxes, junto con la suspensión en el próximo Gran Premio. Iba a ser algo muy duro ya que la carrera se llevaría a cabo en Monza, Italia, uno de los lugares donde Ferrari era prácticamente local. Vasseur tenía razón en estar más que molesto.

Tanto Lando, Fernando y Daniel simplemente declararon como testigos, aunque Fernando sabía que las cosas no terminarían ahí. Charles se lo estaba diciendo con la mirada, y terminó de confirmarlo cuando este les dijo a todos los presentes que saliendo de ahí los esperaría en su habitación de hotel para "hablar". Nadie pudo decirle que no.

Lando y Daniel fueron los primeros en llegar. En teoría eran quienes menos tenían que ver en todo ese embrollo, aunque Lando percibió cierto comportamiento hostil por parte de Charles cuando lo invitó a sentarse en el sofá. No entendía por qué, él había sido prácticamente quien le había abierto los ojos, pero Charles en esos momentos estaba inestable y prefirió guardar sus mejores argumentos para cuando llegaran los demás.

Cómo era de esperarse, Carlos y Fernando llegaron juntos a la reunión, aunque las cosas tampoco parecían muy bien entre ellos. Charles les abrió la puerta con seriedad y les indicó que se sentaran en el único sofá disponible, quedando todos frente a todos. Tardó unos minutos en hablar, tomándose el tiempo suficiente para no caer en sus bajos instintos de lanzarse contra los españoles para desquitar toda su furia. No solo sentía que había sido un objeto de burla para ellos dos, sino también se sentía avergonzado con Sergio.

Cuando se sintió seguro para hablar, se posicionó frente a ellos y alzó el mentón, respirando hondo para controlar sus impulsos. Tenía el corazón roto, pues a pesar de la lucha que tenían todos por conquistar el corazón de Sergio, nunca imaginó que alguien tan importante en su vida como lo era Carlos lo humillaría de esa manera.