CAPITULO|02

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Advertencia de contenido violento y viajes al pasado en pensamientos. Leer bajo responsabilidad. 

02|¿Por qué a mí?

Si tu meta sé vasa en alcanzar la misericordia, ¿por qué dudas cuando Jesús es quien te dice... Sígueme?

NARRA JULIETTE

Hace (11) años atrás.

—...¿y cuándo tengamos temor y no podamos seguir, cuando nuestras fuerzas se vean flaqueando, por el dolor, la tristeza, la desesperación, la ansiedad y muchas cosas más, a quién llamaremos de corazón?

Muevo los pies en mi cama.

—A Dios. —Respondí con la lengua vaga.

—¿Por qué en salmos capítulo...?

—...24

—¿Versículo...?

—...10 —cierro los ojos, bostezando.

—Dice: ¿Quién es este rey de gloria...?

—... Jehová de los ejércitos, Él es el rey de la gloria.

Masajeaba mi cuero cabelludo y mis ojos comenzaban a debilitarse por el agotamiento de la escuela.

—A Él debemos de inclinar nuestras súplicas y agradecimientos. Él nos guiará y nunca dejará al justo caer sin volver a ser levantado en victoria. —repetimos al unísono.

—Hora de dormir. —Dice mi mamá colocando mi cabeza en una almohada. Anteriormente, estaba en sus piernas.

—Buenas noches, mami.

Depósito un pequeño beso en mi mejilla y a modo de respuesta le regalé una sonrisa de labios cerrados.

—Buenas noches, Sara.

—Que duermas con los angelitos, mami. — Comenzó a caminar en dirección a la puerta y antes de que pudiera salir posicionó la mano en el encendedor de la luz para apagarla.

—Dios te bendiga, cielo.

La observé por última vez.

—Igual a ti.

★★★

HACE (10) AÑOS ATRÁS.

—¿Cómo dice el salmista?

Suspiro mordiendo el interior de mi mejilla para cerrar los ojos. La brisa nocturna se cuela por mi piel, erizando cada uno de mis bellos. Mis labios tiemblan y mis dedos de los pies se retuercen ante tanto frío.

—En paz me acostaré y así mismo dormiré, porque solo Tú Jehová, me haces vivir confiado.

Mi padre coloca la Biblia que anteriormente yacía sobre la mesita de noche y deja aún lado mis pulseras de ositos.

—Si te duermes temprano mañana no iré a trabajar y te leeré la Historia de "La reina Esther".

Abrí los ojos sorprendida, y los hoyuelos en mis mejillas se hicieron presentes. Mi cabello castaño se abalanzó a mi frente y no pude evitar reírme cuando estaba completamente incorporada en la cama.

Mi padre hizo lo mismo y antes de levantarse me dio un pequeño beso en mi mejilla. Y comenzó a hacerme cosquillas a los costados de mis costillas. Era muy sensible con ellas y mi querido padre se aprovechaba de ello.

—¡Ya papá, basta! —dije riendo.

—Otro poquito más. — respondió y sentí que me haría pis.

UN LLAMADO PARA VOLVER A CREER [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora