CAPITULO|10

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Sí, todo se vuelve más complicado cuando quieres aplicar algo que todavía no entiendes. 

10|Tu error siempre ha sido, querer sentir.

NARRA JULIETTE


—Sé que todo esto está siendo demasiado rápido para ti y sé que crees que lo que te diré es el final de todo, pero yo lo veo como un nuevo comienzo, para ti y para mí.

Un escalofrío recorrió mi cuello, alterando cada uno de mis bellos. ¿Qué quería decir con eso? ¿Acaso me quería...? No puedo terminar la palabra, Isaac nunca me dejaría sola, no me dejaría tirada. 

Sus palabras se ven interrumpidas por el sonido de la puerta al abrirse. Carraspeo mi garganta y maldigo internamente a la persona que Interrumpió, eso tan importante que Isaac, quería decirme. 

El pulsante dolor de cabeza va en aumento y me es imposible concentrarme con todo lo que tengo rondando la cabeza. Hay algunos jóvenes que entran a la habitación de Isaac, con tulipanes, peluches, y globos en exceso. La sonrisa de Isaac se ensancha. Supongo que son sus amigos. 

—Eres un tonto, me asustaste —dijo una chica con cabello azabache hasta las mejillas. De pronto me sentía incómoda y aunque Isaac, no me quita los ojos de encima, me arrimo a una esquina del cuarto mientras que todos les muestran que no está solo.

Me dan cringe. 

—No es para tanto —respondió volteando los ojos, pero esa sonrisa de labios abiertos se mantenía iluminando todo el lugar. 

—Si te mueres te revivo. 

—¡Ana! —exclamo el chico—, no puedes decir esas cosas. 

—¿Qué tenías en la cabeza?... —Insistió la chica a la que habían llamado Ana. 

—Solo fue un accidente. 

—Casi mueres, no fue solo un accidente. 

Isaac resopló sonriendo. 

—A ver, dejemos de hablar así y vamos a golpear a Isaac por estúpido. —Un pelirrojo comenzó a hablar mirándome una que otra vez. 

No me sentía incómoda, pero quería desaparecer. De pronto me faltaba el aire por todo este alborotó.

—Vamos, Ezequiel. Deja de hablar de esa forma y ven a saludarme. —dijo Isaac. Me hacían sentir extraña. Es como si no estuviera aquí y fuera un tipo de fantasma al que ni siquiera sienten. 

—¿Hola chica? —Un chico de cabello castaño se acercó a mí y me extendió la mano. Tenía una sonrisa de labios cerrados que me llenaba de tranquilidad y no sabía por qué—. Soy el líder de los jóvenes, mucho gusto y por lo que me dijeron eres la chica que iba en el choque con el joven Isaac, espero que: en el nombre del señor te encuentres mucho mejor. 

—Yo solo... 

Me sentía ahogada ante todo esto. 

—¿Te sientes bien? —Insistió y yo asentí corriendo al cuarto de baño. Vacíe todo mi estómago en el retrete y hasta que todos salieron yo no salí del baño. No aguantaría a todas esas personas mirándome, reprochando el accidente. Y siendo honesta, tampoco quería estar presente para mirar a la familia feliz. 

Aunque siendo sincera, hubiera preferido no hacerlo. No al encontrarme con esa mirada de Isaac. Algo estaba mal, precisamente conmigo. 

[...]

Todo me parecía algo irreal. 

¿Todo era verdad?

UN LLAMADO PARA VOLVER A CREER [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora