CAPITULO| 17

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Dame fuerzas, traeré mi corazón humillado ante tú altar.

17| Aceptación.

NARRA SARA JONES.

Mini maratón 1/2.


Me despierto intentando estirar todos los músculos de mi cuerpo. Me he quedado dormida en el asiento del piano y cada parte de mi cuerpo duele como si la hubieran golpeado una y otra vez.

Como puedo me levanto del asiento, encaminándome a la venta tras haber dejado mi diario en las teclas del piano. Arrinconó mi cuerpo en el marco de la ventana y bostezo mirando fijamente como va saliendo el sol. 

Deben ser las 5:30 de la mañana. 

Mientras lo observo, pienso en todo y a la misma vez en nada.

En como la vida puede cambiarte tan drásticamente en cuestión de segundos.

Pienso en todas las personas que no despertaron.

Y en las que lo hicieron sin saber que era su último día.

En aquellas que, como yo, aún viven en maldad, rencor y suciedad. 

De hecho, pienso en aquellos que tienen un trauma mental y en aquellos que quieren terminar su vida, porque en el fondo, en ese fondo en el que están, no creen que haya un mínimo rayo de luz que pueda ayudarlos. En todos los que padecen de alguna discapacidad y en todos los que en algún momento; dejan de vivir para solo existir en una nube gris, que no tiene fin.

Nadie lo sabe, pero las nubes grises son tan hermosas como las demás. 

A veces necesitamos ver la tormenta para valorar la calma. 

Muerdo mi labio superior.

Hago algo que no había hecho desde hacía mucho tiempo...: una oración. No miento, estoy nerviosa porque no sé cómo hacerlas. Me faltan las palabras y para ser sinceras, siento que lo único que debería de hacer, es darle las gracias. 

Es lo único que repite mi corazón. 

Todo es tan diferente mientras observo como poco a poco se va poniendo el sol y las nubes van despejando el cielo. Antes las cargas que me iban a matar, ya no estaban. 

Me siento como si todo fuese nuevo. 

Incluso, cuando desperté, lo primero que pensé fue en esa noche en la que atente contra mi vida, pero no hay dolor. No hay sufrimiento, no hay cargas. No hay nada más que el recuerdo. 

Me quedo observando fijamente ese cielo que es impresionante y lo único que puedo decir es que, le quedó hermoso. Es impresionante como cada detalle resalta, es increíble la forma en que cada mañana lo pinta diferente y especial que el día anterior.

Es el creador de las estrellas que me habló Isaac cuando estaba en mi peor momento.

Ninguna brilla más que tú, cuando Jesús vive en tu corazón.

Es el creador que me dio una oportunidad. 

Es aquí cuando digo: Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.

UN LLAMADO PARA VOLVER A CREER [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora