CAPITULO|07

6.3K 589 122
                                    

¿Dónde podré esconderme sin que tú presencia me persiga?

07| Amor, constancia y honradez.

NARRA JULIETTE

Tenía vergüenza por lo que quería decirle, pero es que en cierto punto sabía que no podía seguir permitiendo que Isaac, me llenara la cabeza de porquería. 

Debería de cortar con esta amistad lo antes posible. 

Me la pasaba bien con él, pero no era lo que me hacía falta. 

Luego de esto terminaría con todo.

—Hace algunos minutos dijiste que no tenías un propósito. 

Asiento y mordí el interior de mi labio superior. Una punzada de dolor atravesó mi sentido y el sabor metalizado invadió mi boca. 

Estaba nerviosa. 

De pronto sentía una necesidad por alejarme de todo a mi alrededor. Específicamente de él. 

—No tengo propósito y por si no fuera poco, estoy rota. Dos cosas negativas, querido.

Los ojos de Isaac me recorrieron negando ligeramente con la cabeza. Seguramente no le había gustado mi respuesta, pero ya estaba más que acostumbrada a  ello. 

—No estás rota, Juliette —comentó pasando la mano por su rostro con exasperación. Solté una pequeña carcajada que no pude evitar. 

¿Es en serio que estaba diciendo eso? 
 
Como su vida era completamente perfecta, hacía las cosas bien, no vivía con ansiedad, con odio, vicios, pensamientos suicidas  y dolor, hacía ver qué las cosas eran fáciles.

No lo eran.

¿Cómo quería engañarme cuando incluso yo, sabía lo mal ubicada que estaba y en lo que me había convertido?

N-o sir-vo. Soy. Una. Basura. Usada. Que fue desechada. 

—¿Cómo puedes estar tan seguro? —respondí bruscamente. Pero se me enredo la lengua. La cabeza me daba vueltas y mis sentidos estaban desordenados. 

Coloqué una mano en mi pecho y respiré pausadamente. Isaac, me miraba atentamente con preocupación. Estaba actuando de una manera extraña, yo misma me daba cuenta.

»¿Cómo puedes mirarme de esa forma tan segura? —esta vez pude decirlo decentemente, pero el quiebre en mi voz era palpable—. ¿Cómo puedes asegurar que no soy lo que estoy diciendo? ¿Crees que es lindo sentirme así? 

Por impulso levanté las uñas y estaban tornándose moradas. Lleve una de estas a mis labios y me extraño lo fría que estaba. Ahora que era consciente, sentía mis latidos tan pausados que por un instante tenía miedo de que se detuvieran.

—Supongo que estás rota ¿Hay algo de malo en ello? —volvió a hablar trayéndome de vuelta a la realidad—. Las cicatrices son la armadura y el certificado ante aquellas pruebas que estás pasando, difíciles de superar, pero no tanto como para derrotar tu espíritu. 

Era todo tan difícil. »Pensaba una y otra vez. Nada era como antes, ahora todo se veía tan inalcanzable, tan lejano... Mis ganas eran drenadas por las heridas de mi corazón. 

UN LLAMADO PARA VOLVER A CREER [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora