GUARDIAN- ENGLOT

CAPÍTULO 47

Engfa

Estaba esperando por Tina afuera de la casa de mi mamá, ya que ella me llevaría a una cita con el doctor.

Después del incidente, mamá no me dejo volver a mi casa sola, así que he estado aquí estos meses.

Veo el auto de Tina y me acerco aún más con las muletas.

- Por fin llegas, ya hace una vida que te espero- le digo cuando baja la ventanilla del auto.

- No te quejes y sube de una vez, tienes suerte de que yo también buscar unos medicamentos- tiro mis muletas en la parte de atrás y entro, siendo recibida por el aire frío.

- Qué le hiciste a tu mamá para que no te acompañara, creí que te dejaría hecha toda una bebe después de que vine a visitarte la última vez- dice riendo mientras se adentra en la carretera.

- Sabes que amo a esa mujer, pero le dije que necesitaba arreglar unos temas de trabajo con Heidi urgentes y que no tenía tiempo para volver a casa y luego salir una vez más, por eso te llame a ti, necesito aire fresco- es tan cierto lo que digo, las últimas semanas han sido de lo más confusas, sueños que parecen demasiado reales, recuerdos que comienzan a regresar, pero no se quedan del todo como para ponerlas en contexto y ni hablar de la chica que no me ha dejado dormir bien desde que me entere de que existía una vez más.

- ¿Cómo lo llevas? Heidi me dijo que habían encontrado algo que sería de gran ayuda y que quizás así, si puedas verla- es cierto, desde que desperté he tratado de verla, pero no he podido acercarme nunca lo suficiente, parece que estuviera en una fortaleza y tampoco quería que tuviera más problemas en su empresa por mi culpa, por eso me concentre en ayudar a Heidi.

Cuando me dijo de su situación, no dude un segundo en poner manos a la obra y ayudar también.

Por suerte aquellos que se creen los más inteligentes a veces son los que más cabos sueltos dejan y gracias a eso pudimos conseguir la información que quizás la saque del infierno del que está. Y así pueda de una vez por todas verla en persona y poner en orden estos recuerdos o sueños que tengo con ella.

- Engfa a tierra, ¿estás aquí?- veo los dedos de Tina chasqueando frente a mis ojos.

- Sí, perdón me perdí un segundo, en serio espero que esto le sirva y la pueda ver, tengo esta necesidad imperiosa de verla y tocarla y ni siquiera la recuerdo bien- y eso me frustra a veces porque no sé en qué clase de persona me convierte el querer a alguien que no recuerdo.

- Ya verás que sí servirá, y entiendo lo que estás pasando, yo estuve en primera línea para ver como caías rendida a sus pies Engfa, y sé que ella está igual o peor que tú- eso es lo único que me mantiene quieta por ahora, el saber que debo hacer las cosas bien y que llegará el momento de tenerla frente a mí.

Llegamos al hospital y no demoramos mucho, solo ven el yeso de mi pierna para saber como va y evaluar como sigue mi estado de salud en general, ya que morí y todo eso.

Después pasamos a recoger la medicina de Tina, que en realidad es para el pequeño o pequeña que viene en camino.

- ¿Sigue teniendo náuseas matutinas?- le pregunto a Tina saliendo al estacionamiento.

- Un poco, pero ha mejorado bastante, llevémosle esto y algo de comer y de paso te quedas y te despejas un rato- asiento y en la ida pasamos por comida para Heidi y mi sobrino que viene en camino.

Llegamos y entramos sin ver a nadie en la sala.

- Iré a tu cocina, necesito agua para pasar este calmante- le digo y ella siente gritando por Heidi.