La belleza de experimentar (Supercorp) (Kara G!P)

📷 Capitulo 21

A Lena le encantaba ser una planificadora meticulosa y preparar la sesión de fotos de Kara no fue la excepción. Organizó cada una de las piezas que pidió en la cama de la habitación de invitados y tomó fotografías de sus selecciones para enviarle un mensaje de texto a Nia antes de la noche del evento. Algunos de los trajes de baño eran sencillos, mientras que otros tenían suficiente tela para cubrir la polla de Kara y evitar que se deslizara. Las blusas con espalda cruzada y los cabestros darían la máxima exposición a los duros abdominales, los brazos sólidos y la espalda musculosa de Kara. Lena eligió una paleta de colores oceánica, azules reales, espumas de mar y verdes pálidos. Sabía qué complementaba las características de Kara y compró solo algunas piezas experimentales (una en blanco, que arruinó con su lápiz labial después de que Kara se lo probara) y una blusa roja con una parte inferior pequeña que irremediablemente no logró contener la circunferencia de Kara.

Lena continuó comprando hasta la tarde de la sesión y recogió a Natty del preescolar cuando regresó del centro comercial. También compró kits de manualidades para mantener ocupada a Natty y se comunicó con su madre, quien se ofreció como voluntaria para cuidar a los niños durante la noche.

Natty abrió exuberantemente uno de los kits y se sentó a la mesa de la cocina pegando pompones en cartulina mientras Lena se apresuraba a preparar la cena. Colocó tres trozos de salmón en papel y preparó verduras sazonadas para cocinarlas junto con él.

Con un puñado de crayones y un libro para colorear bajo el brazo, Natty se sentó en un taburete junto al mostrador para observar. Lena cortó un poco de plátano y trozos de fresa para la pequeña y le preparó a Natty una comida completamente separada con nuggets de pollo, maíz y ensalada.

Natty ya estaba bañada y en su pijama de Frozen a las cinco en punto, aunque le advirtió a Lena: "Me quedaré despierta toda la noche y me comeré una bolsa entera de malvaviscos".

"Ah, ¿y de dónde vas a conseguir una bolsa de malvaviscos?" Lena preguntó seriamente y se preguntó si se había olvidado de algunas sobras del viaje de cumpleaños de Kara.

Menos de cinco minutos después, Lillian entró a la casa con todos los favoritos de Natty, incluidos los dulces inflados, nuevos libros de cuentos y otras sorpresas.

"Ha llegado al punto en que Natty espera que la mimes", reprendió Lena mientras su hija abría las golosinas del suelo y las sacaba una por una.

"Es tu trabajo como madre asegurarte de que tus hijos se conviertan en seres humanos completos. Se vuelven paganos cuando están conmigo". Lillian sonrió astutamente y abrazó a Natty cuando la niña de cuatro años se acercó para agradecerle con un abrazo.

"Lo recordaré la próxima vez que pidas llevarlos a pasar un fin de semana largo", amenazó Lena, su mirada juguetona fue imitada por Natty, quien se la devolvió con un puchero en los labios. Era demasiado joven para entender de qué estaban hablando, pero lo suficientemente sabia para saber que se trataba de las golosinas que cogía codiciosamente en sus manos antes de que se las llevaran.

Lillian llevó a Natty a la sala de estar y encendió la televisión, luego regresó a la cocina para insultar a su hija. "Olvidas lo mimada que eras a esa edad. Recuerdo traerte a casa y pasar media noche despierta leyéndote cuentos porque estabas nerviosa por todo el azúcar que habías comido".

"También recuerdo que me enviaste al campamento con un paquete entero de galletas porque estabas convencida de que me ayudaría a hacer amigos". Lena se mostró inexpresiva, ya no traumatizada por los acontecimientos que se desarrollaron, pero aún dispuesta a sacar el tema para molestar a su madre.

"Bueno, así fue ", respondió Lillian secamente y se hizo útil limpiando un mostrador que estaba impecable.

"Sí, después de que las hormigas reclamaron mi cama y me obligaron a compartirla con una chica que me trenzó el cabello hasta el poste de la cama". Lena sonrió mientras miraba su reloj.