Capítulo 50

9 0 0
                                    

— Lilianne, ¿Ya te vas a almorzar? — Lilianne es mi asistente, una mujer de algunos cuarenta años, lleva años trabajando aquí, se encarga de todo prácticamente y en el proceso me va enseñado a adaptarme a este ambiente, y bueno, es la cara más amable en toda la fundación.

— Oh.. sí, iré con las demás a almorzar, nos juntamos siempre... ¿ Te gustaría venir? — lo pensé un poco, lo cierto es que me avergonzaba un poco convivir con las personas, me siento como al principio cuando vine a Francia por primera vez, este es un ambiente totalmente diferente, no tengo a Alexandré a mi alrededor y me siento un poco insegura, me da terror estar en una mesa con personas extrañas tratando de encajar en alguna conversación en la cual no tengo ni idea de que decir.

— No lo sé, es que me da pena pero no quiero almorzar sola.

—¿Porqué te da pena? Vamos, anda! Si eres prácticamente su jefa... bueno casi.

— Justo por eso, todos aquí tienen más experiencia que yo, ya me ven como una inútil, ¿crees que no se que todos aman a la señora Belmont? No soy ni la mitad de lo que ella es, no creo que pueda encajar. — Lilianne coloca una mano en su cintura y frunce el ceño, luego me sentí estúpida por decir esas cosas en voz alta.

— Solo vamos a almorzar, cálmate, no pienses tanto, además, apenas estás empezando, no seas tan dura contigo misma. — Lilianne me extendió la mano para que la siguiera, aún con dudas la seguí como perro extraviado.

Apenas pongo un pie fuera  de la oficina y notaba las miradas curiosas de algunas personas, otras ni si quiera trataban de disimular, me siento observada, es demasiado incómodo para mi, respiré hondo y continué.

El almuerzo no fue tan malo como esperaba; las demás chicas fueron bastante decentes, no me comieron viva y eso ya es bastante amable de su parte. Tuve un momentazo con ellas, cuando traté de hablar francés pero mi pronunciación es más que pésima, solo se reían de mí, pero igual la pasé bien, aunque luego tuve que largarme al baño a vomitar de los nervios; este embarazo a sido más tranquilo de lo que esperaba, el único síntoma que siento es que me da más sueño de lo normal, pero a niveles exagerados, me puedo quedar dormida hasta sin darme cuenta.

Lilianne llegó exasperada al baño lo que me tomó por sorpresa, se que he tardado más de cinco minutos en el baño pero aun teníamos veinte minutos de almuerzo antes de volver al trabajo.

— ¿Que ocurre? ¿Porque estas alterada Lilianne? — me preocupe bastante al verla en ese estado, ella me tomó de ambas manos y se acercó bastante a mi invadiendo mi espacio personal, di un paso hacia atrás tratando de extender las distancias.

— Tiene que irse ahora, el señor Belmont fue atacado junto a su hermano, es necesario que se reúna con él lo más pronto posible. — mi cuerpo se puso rígido de inmediato, el rostro
de Lilianne refleja mucha conmoción.— cuando usted se le levantó de la mesa para ir al baño, recibí una llamada del asistente del señor Belmont, él me puso al tanto de la gravedad de la situación, la noticia aún no a salido a la luz, debo ponerla a salvo mientras tanto, tiene que salir de aquí. — Lilianne me tomó del brazo nuevamente, sacándome prácticamente a rastras del baño de chicas.

— ¿Que a sucedido? — iba de prisa y no me pude despedir de las chicas con las que estuve almorzando. fuimos directo a mi oficina por mi bolso y mi chaqueta. Me moví de un extremo a otro lo más rápido posible para tomar el ascensor, ya estaba bastante nerviosa y Lilianne repetía una y otra vez que no sabía nada más lo cual me hizo imaginar el peor escenario posible.

— No lo sé con certeza, no me dieron los detalles señora, su chófer la espera. Suerte. — Dijo Lilianne mientras cerraba la puerta del coche.

De camino al hospital mi cabeza se llenaba de ideas, llame a Alexandré varias veces pero solo me sale el buzón de voz.

The million dollar manWhere stories live. Discover now