No somos, ni seremos

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Soy Legger, me gusta escribir 🥲🔪.
Déjame una estrellita y un comentario pa que nos riamos todos.
Los amo chandosos.

La puerta se abrió en un estruendo.
Phel y Crowley seguían besándose como si no hubiera un mañana.
- ¡Maestro, Crowley! - Advirtió de su llegada el conserje de la escuela, el señor Erick.
Crowley se separó de Aziraphel con la mirada llena de pánico.
- Hasta aquí me llegó la vida - Susurró para sus adentros.
- ¿Que estaba haciendo con este inocente niño? - Preguntó horrorizado por lo que veía.
- Yo... Yo, no... No estaba haciendo nada - Que excusa más barata.
- Debo avisar al director - Informó haciendo ademán en irse, Aziraphel también se asustó mucho, sabía lo que ésto le haría a la carrera de Crowley.
- ¡Espere! - Aziraphel le llamó y se acercó a el, saliendo del cuarto - Esto no es lo que parece.
- Creame, joven Arcarfell yo se lo que vi.
Crowley le puso la mano en el hombro al más bajo.
- Haga lo que usted crea correcto - Expreso Crowley con desdén.
El hombre se encaminó hacia la oficina del director.
- ¡¿Que haces?! Si se va, nos va a meter en problemas - Señaló preocupado.
- ¿Que más puedo hacer, eh? Acaso lo que vió, es mentira ¿Ah?
- Podemos... No sé, hagamos algo. - Aziraphel comenzó a llorar, lo que menos quería era que los separarán - Crowley...

Crowley lo abrazó, dándose por vencido.
- Aziraphel... Mira, todo esto es mi culpa, ¿Okay? Yo te obligue a hacerlo, tú estabas muy asustado ¿Me estás oyendo? - Crowley no iba a involucrar al niño en esto, tenía una larga vida por delante y era un niño, esto podría afectarlo mucho - Eso es lo que dirás.
- Pero... Pero nada de eso es cierto - Trató de esconderse en el pecho del hombre que casi le quita lo virgen...
Rápidamente escuchó las sirenas de policía y dos oficiales entraron, Phel jamás había estado más asustado.
Aún seguía abrazado a Crowley, se aferró más a el, cuando los policías lo tomaron por detrás intentando separarlos. Aziraphel se volvió inconsolable, dos policías más lo tomaron a él, intentando de igual manera alejarlos.
Crowley se apretujo los labios, intentando no llorar.
Aziraphel no se iba a separar de Crowley... No cuando al parecer este lo estaba correspondiendo.
- Ey, suelteme - Le dijo al policía que además lo estaba lastimando al tomarlo ya fuerte - ¡Quiero estar con el!
Y así, frente a la mirada húmeda del ángel, se llevaron a Crowley, exhibiendolo por toda la escuela, esposado... Humillado.
Los alumnos susurraban, el director había tratado de abrazar a Aziraphel, por que según el, debía estar traumado por lo que le hacía su maestro.
Aziraphel no... No se sentía bien, quería morirse en ese mismo instante, se alejó de todos y corrió como nunca para llegar hacía fuera de la institución donde seguro llevarian a Crowley y lo subirían a un auto policial. Y así fue, cuando Aziraphel llegó a las puertas de la escuela, una policía empujaba a Crowley contra el auto y luego bruscamente lo hizo ingresar en el.
El carro policial arrancó, frente a las miradas de todos y junto a el, Aziraphel quién estaba persiguiendo el auto como un demente, con lágrimas en los ojos y buscando que no lo separen del amor de su vida...

En ese momento despertó... Seguía en la cama de Crowley... Seguía bajo el penetrante olor de ese hombre que lo volvía loco.
El corazón le latía a mil, incluso podría jurar que estaba hablando dormido.
Crowley entro a la habitación con la intención de despertarlo para que fuera a la escuela.
- Oh, veo que ya estás despierto - Indicó sorprendido- Ve a ducharte.
Aziraphel no sabía que estaba reteniendo aire, pero lo expulsó en un suspiro.
Crowley abandono la habitación tras sentirse atraído por los ojitos de recién levantado que tenía el muchacho.
Aziraphel respiraba hondo, agradeciendo a Dios que todo fuera un sueño.
La idea de que sus sentimientos pusieran en peligro a Crowley se hicieron cada vez más fuertes, pero cuando el susto lo abandonó, recordó la parte erótica de todo este sueño.
Ese momento en el que Crowley lo había besado, antes de que todo se fuera al carajo.
Se levantó y se ducho, tal como se lo habían ordenado, se secó con la toalla del mayor, igual que en su sueño y que éste le hiciera jockeys para el desayuno ya lo preocupaba.
Comieron en silencio, sin coquetear, por ninguna de las dos partes.
Tanto retener ansias le pasó factura al angelito cuando se encontraba en el Bentley, si bien muchas cosas pasarón como en el sueño. Esta vez el mismo Crowley mientras Aziraphel dormía había anotado el número del menor, registrandolo en su teléfono como "Aziraphel 😳" el niño que le había robado un beso.
Estando en el Bentley camino a la escuela, luego de que Phel recogiera sus cosas y Crowley se enfadara con el padre de éste, la mano de Aziraphel lo traicionó poniéndola así en el muslo de su maestro quién al sentir el tacto freno en seco.
- ¿Que... Que haces? - Fue cuando el ángel se dio cuenta de donde estaba su mano.
- Per... Perdón - Pero aún así no la quito.

Crowley se puso rojo, el tacto de ese niño tan cerca de su miembro lo hizo excitar... ¡El no era así! Jamás se excitaba tan rápido.
Aún rojo, y con la mano de Aziraphel lejos de su cuerpo siguió conduciendo, para que el peliblanco no notará el bulto que se estaba haciendo en su pantalón.
Lo hizo bajar del auto una cuadra antes, ganándose la sorpresa del menor y también su confución.
Ni siquiera le había dicho adiós, solo arrancó y llegó rápidamente a la escuela, siendo su primera parada el baño de hombres.
Aziraphel tuvo que caminar toda la cuadra hasta la escuela, cuando se chocó con otro estudiante, quién creía que iba tarde por lo tanto estaba corriendo.
Ambos cayeron al suelo, adoloridos por el golpe.
El otro muchacho se levantó apenado y ayudó a Phel a ponerse de pie.
- Discúlpame, no fue mi intención - Se disculpó el muchacho.
- Tranquilo, no paso nada - El número de veces en el que Aziraphel había cruzado palabra con otro estudiante era tan limitado que podrían contarse con una mano.
- De verdad, disculpa... Soy, Gabriel - Se presentó estirando la mano. - No te había visto por aquí.
- Soy Azul... Aziraphel - Se corrigió, lo que quiso decir con "azul" eran los increíbles ojos color azul que poseía el contrario.
- Jajaja, bien... ¿Puedo acompañarte?

Crowley se había encerrado en uno de los cubículos del baño escolar, su erección le dolía bajo el pantalón.
- ¿Que mrd? Por Dios - Dijo notando que su miembro palpitaba exageradamente, Crowley no era de masturbarse, ni de ser un depredador en cuanto a sexo se refería por lo tanto el hecho de qué tan solo una mano sobre su pierna le hiciera esto a su cuerpo, lo ponía tensó.
No podía hacerlo con Aziraphel y ya que no tenía otra relación, no le quedaba más que encerrarse en el baño y jalarsela pensando en el peliblanco.
Aziraphel por otro lado venía teniendo una buena conversación con Gabriel...

(Este fue el capítulo que más aburrido me pareció 😅... Y si mejor me voy a vender tamales?) :(

Caprichoso.Onde histórias criam vida. Descubra agora