Al Descubierto...

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La puerta se abrió.

La madre de Aziraphel entró a la habitación del hospital con una mezcla de alivio y preocupación en su rostro. Sus ojos se encontraron con una escena que la dejó petrificada. Aziraphel, su hijo, estaba besando a Crowley, quien era incluso un año mayor que ella. Un silencio tenso llenó la habitación mientras las emociones fluían a borbotones.

Aziraphel se separó rápidamente de Crowley, su rostro mostraba sorpresa y una pizca de temor ante la reacción de su madre. "Madre, yo..." intentó decir, pero las palabras se atascaron en su garganta.

La mirada desconcertada de la madre de Aziraphel pasó de su hijo a Crowley, cuya expresión reflejaba una mezcla de incomodidad y determinación. "Señora yo..." murmuró Crowley, consciente del impacto que su presencia causaba en la mujer.

La madre de Aziraphel sintió cómo el shock se transformaba en una mezcla de confusión y desilusión. Las preguntas y los reproches luchaban por salir de sus labios, pero el nudo en su garganta le impedía hablar. Finalmente, un susurro apenas audible escapó de sus labios: "¿Qué está pasando aquí?"

"Mamá... Hace tiempo quería hablarte de esto. De mi decisión con respecto a mi vida amorosa." Se pasó las manos por el cabello demostrando estrés.

"Habíamos hablado de esto, dijiste que eras un niño normal..." La mujer se mantuvo inmóvil.

"Señora el es un..." Intentó defender a su novio. La mujer lo detuvo. "Usted no hablé, señor"

La tensión en la habitación del hospital era palpable mientras la madre de Aziraphel, con una sonrisa forzada, se acercaba a Crowley. "Crowley, ¿podrías acompañarme un momento? Me gustaría hablar contigo a solas", dijo con una voz que apenas ocultaba su verdadera intención.

Crowley asintió con cautela y siguió a la madre de Aziraphel fuera de la habitación, preguntándose qué podía estar tramando. Una vez solos en el pasillo, la madre de Aziraphel se volvió hacia él con una mirada fría y determinada.

"Crowley, déjame ser clara contigo. Aunque quisiera fingir aceptar esta relación frente a los demás, sé que eres mayor que mi hijo y eso no es algo que esté dispuesta a pasar por alto", dijo con voz firme.

Crowley se mantuvo erguido, enfrentando la mirada desafiante de la madre de Aziraphel. "Señora, entiendo sus preocupaciones, pero le aseguro que haré todo lo posible para demostrarle que soy digno de su confianza", respondió con determinación.

La madre de Aziraphel frunció el ceño, sin dejarse impresionar por las palabras de Crowley. "No es suficiente. Si no quieres verme tomar medidas drásticas, te sugiero que te alejes de mi hijo. No dudaré en recurrir a la ley si es necesario para protegerlo", advirtió con frialdad.

Crowley sintió un escalofrío recorrer su espalda al percibir la seriedad en las palabras de la madre de Aziraphel. Sin embargo, su amor por Aziraphel era inquebrantable, y estaba dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo por su relación.

"Señora, entiendo su postura, pero le pido que me dé la oportunidad de demostrarle que puedo hacer feliz a su hijo. Mi compromiso con él es inquebrantable", expresó Crowley con determinación.

La madre de Aziraphel lo observó durante un momento más antes de asentir con gravedad. "Me imagino que ese día que fuiste a nuestra casa no fuiste precisamente a orar por mi hijo... Si usted no lo deja volver a la normalidad mi esposo hará una de dos cosas o lastimar a mi hijo por su culpa o irá directamente por usted", advirtió antes de dar media vuelta.

"Por su esposo no se preocupe, Aziraphel no va a volver a su casa. Ahora escucheme bien, señora. No finja buscar lo mejor para su hijo, el ha vivido bajo maltratos mucho tiempo y usted lo ha permitido"

Caprichoso.Where stories live. Discover now