El desorden de ser Joven [+18]

Prólogo II

Futuro: Último año de preparatoria.

El temor, miedo, desesperación y ansiedad que estaba sintiendo el pelinegro no lo dejaba pensar las cosas con claridad, en realidad, ni siquiera entendía muy bien lo que estaba pasando.

Hace unos minutos estaba pasándola genial en una fiesta junto a sus amigos.

Y ahora...

Ahora estaba dentro de una ambulancia en movimiento sosteniendo esa mano con todas sus fuerzas, como si con eso pudiera mantener las pulsaciones de ese cuerpo inconsciente más tiempo en este mundo, como si evitara que el Alma del chico los abandonara, se aferraba con todo su ser al hecho de que aún podia sentir en ese contacto el caliente que trasmite un cuerpo con vida.

-preparense para bajar- avisó un paramédico.

-¿detuvieron la hemorragia?- preguntó otro con voz agitada.

Cameron automáticamente dirigió la mirada al lado contrario del cuerpo tirado en la camilla que sostenía.

Sintió ganas de vomitar al ver tanta sangre, pero eso no era lo importante ahora, ahora solo quería saber si su amigo saldría vivo de aquí, y si de hacerlo aún tendría todas sus extremidades.

-la herida es demasiado profunda, talvez se deba amputar...- comentó uno a la par que abría las puertas del vehículo.

-talvez, pero lo más importante ahora es estabilizarlo, a perdido mucha sangre...

En cuanto estacionaron y bajaron para ingresar a urgencias el pelinegro intentó seguirlos, pero le explicaron que no podía, así que se quedó allí.

En una sala de urgencias lleno de la sangre de su amigo.

Soltó a llorar.

Lloró todo lo que no lo había hecho en los últimos meses.

Tanto que perdió fuerzas y termino cayendo de rodillas en el suelo, intentando hacerlo de la manera menos dramática que pudiese.

-¡Cameron!- sintió unos brazos rodeando su cuerpo- hijo, Cameron ¿estás bien?- Mónica lo inspeccionada agitada- Cameron, dime algo.

-Karim...- susurró, Mónica lo tomo del rostro para que le contestara.

-¿hijo, estás herido?- miro a su madre a los ojos y negó, Mónica sintió una calma arrolladora- me alegro tanto, cariño. ¿Que pasó con Karim?

-su brazo... Karim esta, esta mal, mamá- la abrazó- tengo miedo...

-todo estará bien, tenemos que ir a preguntar por los demás... ¿sabes algo de ellos?

Cameron se separó de su madre abruptamente, parece que en medio del trajín con Karim había olvida a sus otros amigos.

No tenía noticias de ellos.

-¡Kendall! ¡Gisel!- entró corriendo para perderse en los pasillos del hospital.

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Hola.

Si no lo han visto, actualice el cap anterior, ya esta completo.

Adiós.