El desorden de ser Joven [+18]

22. Amigas.

Comenten y voten por amor a cristo, no sean mudas 👺

Pov Sadie Bennett.

—¿Segura qué estás bien?— preguntó Gisel por cuarta vez mientras salíamos del baño.

—Si, lo estoy— termine de limpiar mis ojos humedecidos.

Me siento tan cansada.

—Al fin salen— dice Cameron al vernos— ¿Estás bien?— me mira.

Ruedo los ojos cansada.

¡Ya dejen de preguntar eso! ¡no lo estoy!

—¿Por qué estás así? ¿Alguien te hizo algo?

—Es una larga historia, les explico luego, estoy bien, solo quiero ir a descansar.

—Bien, iré por el auto— informa y se va.

—Tengo una clase muy importante justo ahora y voy tarde— se lamenta Gisel— Cameron vendrá por ahí— señala una de las entradas— solo espera ¿si?— asiento— te escribo luego, si quieres puedo ir a verte más tarde, o no, es decir, si necesitas más tiempo puedo ir a verte mañana o pasado, solo avísame cuando necesites hablar ¿ok?

Le doy una leve sonrisa.

—Ve, no te preocupes, te aviso cualquier cosa— nos despedimos.

Camino un poco para acercarme a la entrada.

—¡Sadie!— no puede ser, lo voy a ignorar— Sadie, Sadie, Sadie... ¿me estás ignorando?— llega hasta mí.

—¿Qué quieres, Jayden?— pregunto con cansancio.

—Solo quería preguntarte por Kendall— me sorprendo ¿estaba con ellos, no?— ¿ya está mejor?

—¿De qué hablas?— me preocupo.

—Oh... no la viste, cuando terminamos de charlar la vi vomitando, pero iba con dos de sus amigos, así que supongo está bien, solo preguntaba para saber, ¿tú estás bien? Te ves pálida.

¿Kendall vomitó? Dios, ella sufre de migraña, debe ser eso.

¿Como la expongo a tanto estrés sabiendo que es tan delicada?

Soy tan desconsiderada.

—Yuju...— una enorme mano moviéndose frente a mí cara me recuerda la presencia de Jayden— ¿en qué pensabas?— se cruza de brazos interesado.

—¿Por qué no te vas a jugar con una pelota y me dejas en paz?— abrió la boca ofendido — Jayden, vete.

—Bien— alza las mano y se aleja dándome la espalda.

Ruedo los ojos cuando se devuelve luego de tres pasos.

—Casi lo olvido —sonríe —Zoe y yo hablamos con Hailee y la convencimos, aceptaremos el trato de Kendall, nadie dirá nada, puedes estar tranquila.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste...— frunce el ceño— Zoe y yo hablamos con...

—Si escuché, Jayden. Pero no sé de que hablas, ¿qué trato?

—Cierto, tú no estabas, tú amiga nos amenazó bien feo para que no habláramos nada de lo que pasó en Arizona— ¿Kendall qué?— y pues, aceptamos, tampoco era como que teníamos muchas opciones, es decir, yo no quiero ir preso, y Zoe quiere ir a estudiar edu...

—¿Ella los amenazó? ¿me defendió?— cuestiono incrédula.

—Eh... si, supongo— se encoge de hombros— ella es muy peculiar ¿no?— sonríe de nuevo— me recuerda un poco a mí hace unos meses.