Capítulo 29: Conexiones Humanas

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Después de un largo y relajante baño, Jack salió de la regadera, sintiéndose mucho más fresco y renovado. La idea de ponerse ropa limpia le brindaba una sensación de normalidad en medio de este nuevo y caótico mundo. Buscando en un armario y encontró algo que podría servirle a Amber, su amiga y compañera.

Al mostrarle la ropa, la rubia dejo caer un gesto de agradecimiento, para luego deducir que era su turno de bañarse. Siguiendo la misma rutina que Jack había realizado anteriormente, dejo caer el agua sobre ella, y su mente se dividió entre la tranquilidad del agua tibia y la sensación de paz que todo su cuerpo percibía.

A pesar de su naturaleza fuerte y valiente, la rubia no pudo evitar sentirse afectada por lo que había compartido con Elena en la cocina. Los sentimientos que había guardado durante tanto tiempo habían salido a la superficie, y ahora se encontraba debatiendo si debía abordar ese tema.

Después de un tiempo, Amber finalizo su baño y se vistió con la ropa limpia que encontró en la habitación. Sintiendo que era hora de hablar con Jack sobre sus sentimientos, aunque no estuviera segura de cómo él podría reaccionar, sabía que debía hacerlo.

Incorporándose nuevamente en la habitación, pudo notar como su acompañante preparaba el sofá, buscaba hacerlo lo más cómodo posible, quizás planeaba usarlo para dormir.

—¿Jack? —lo llamó, buscando su atención. 

Sus ojos mostraban determinación, pero también cierta vulnerabilidad. Además de los nervios que, por alguna razón, comenzaba a sentir.

Jack respondió al llamado, y los dos jóvenes asintieron mutuamente en sintonía, reconociendo la necesidad de hablar y aclarar ciertos asuntos. Aunque Amber esperaba abordar el tema de sus sentimientos, Jack decidió llevar la conversación en una dirección ligeramente diferente.

—¿Nos quedaremos? —preguntó, con su voz ligeramente tensa. La incertidumbre sobre el futuro parecía pesar sobre él.

Amber, aunque un poco decepcionada de que no fuera el tema que ella tenía en mente, comprendía la relevancia de la pregunta. Por lo que, la decisión de quedarse en el lugar de Elena o continuar su viaje era crucial y necesita ser evaluada cuidadosamente.

—No lo sé —respondió con sinceridad—. Quizás podamos tomar un tiempo para valorarlo.

La conversación tomó un giro hacia la desconfianza y el escepticismo, recordando las experiencias pasadas que les habían enseñado a no bajar la guardia. Aunque Elena parecía genuina y amable, no podían olvidar recordar que la confianza en este nuevo mundo podía ser letal.

—Sí, Elena parece ser una buena persona —advirtió la rubia, intentando equilibrar el optimismo con la prudencia—. Pero, no podemos confiar en las personas equivocadas.

Jack asintió, y dio por concluida la conversación. Amber que vio que el tema que deseaba discutir no se mencionaría, decidió guardarse sus comentarios.

Ambos jóvenes se acomodaron para descansar, sintiendo la fatiga de las experiencias vividas en el día. Aunque Amber estaba agotada físicamente, su mente no dejaba de dar vueltas al tema de sus sentimientos y la conversación pendiente.

En un momento en que parecía que Jack está a punto de sumirse en el sueño, Amber decidió que era el momento adecuado para hablar, incluso si no recibía una respuesta agradable.

—Quiero hablar de otro tema —dijo su voz firme a pesar de los nervios que sentía—. Puedes dormir en la cama, si quieres.

La propuesta de Amber traía el inicio de una conversación que ella deseaba exponer, por lo que el gesto de cortesía fue una perfecta oportunidad para disipar cualquier ambiente tenso.

Sentido MortalWhere stories live. Discover now