Especial. Año nuevo en el Valhalla. Parte 3: "Sana convivencia... o algo así"

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En el palacio que servía como residencia del dios de los mares, una mujer madura hablaba irritada al verse en el espejo y darse cuenta de las muestras de afecto realizadas por el dios que ostentaba el título de su esposo eran imposibles de ocultar fácilmente.

-Sigo sin creer el nivel de celos chico, no comprendo por qué tanta agresión... ¡¿CÓMO SE SUPONE QUE USE ESA ROPA SIN QUE NADIE PREGUNTE POR TODO ESTO?! ¡¿EN QUÉ LUGARES NO DEJASTE MARCA EH?! -Poseidón aunque debía sentirse regañado, sonreía encantado de ver que cada cicatriz de su reina había sido mordida por él y tal cual la japonesa dijo, no existía ningún sitio que no tuviera aquellas mordidas que ahora resaltaba de esa exquisita piel apiñonada.

-Te dije que haríamos lo mismo de esa vez, pececito. Así quedará claro que eres mía y punto -El dios recargó su mentón sobre su mano en vista de que su esposa no dejaba de verse en aquel espejo, por lo que pudo admirar el largo cabello grisáceo que caía libremente por su espalda cubriendo dos atributos que también le gustaba ver.

Sin meditar que probablemente estaba armada, se levantó para sujetar esa pequeña cintura y recargar mejor su mentón sobre la cabeza de su reina, misma que le miraba con el ceño fruncido.

-Ojalá tu propósito para este nuevo año sea ser más amable y seguro, ¿Dónde crees tú que me iré con el dios de la tormenta? Tengo una argolla bastante bonita sobre uno de mis dedos que hace juego con la tuya. No pienso irme con otro ser divino -Aunque seguía molesta por el actuar del dios, abrazó al rubio un momento antes de hablar -Debemos volver a la fiesta, quiero comer takoyakis y sushi, también pescado frito y muchas otras cosas que lucían deliciosas...

Poseidón palideció de sólo oír cosas relacionadas al mar, si bien él también se alimentaba de ello una vez cada cierto tiempo no era fanático de los mariscos, pero oír esa melodiosa voz describiendo algo que jamás probaría hacía que valiera la pena ser torturado con ello.

Sin embargo, no pudo evitar gruñir cuando le empujó para encerrarse en la ducha sin posibilidad de ingresar al baño.

"Debe ser receptiva a mi y lo que deseo, debería estar rogando por ser mi incubadora, no alejarme"

Entre gruñidos y gestos que delataban su mal humor, buscó su ropa para tomar un baño en otra habitación, no sin antes hacer uso de sus habilidades para torturar a su bella esposa mientras se duchaba.

Quizás ella tenía razón y debía cambiar, pero ese día se encargaría de no sólo recibir un nuevo año, sino también un heredero de su reina.

Kōjiro se preguntó si ella también debía plantearse un propósito de año nuevo, a esas alturas ya había alcanzado el nivel máximo en el camino de la espada pese a ser mujer, debía encontrar otra cosa en qué enfocarse y como si fuera una señal divina, por primera vez se acarició el vientre plano bajo la regadera.

"A lo mejor... El propósito de este año sea poder darle un hijo... Pero no se lo diré en voz alta. Por un arranque de celos me dejó con demasiadas marcas en la piel"

Con una sonrisa tras sobrevivir a un baño con agua caliente, ataviada con un kimono azul marino con detalles de flores y olas de mar esperó paciente a su esposo, mismo que gruñó al ver que estaba usando ropa que cubría casi toda la piel marcada por él.

-Quítate eso o no vamos...

-Entonces te quedas tú y duermes en otra habitación. Tengo hambre y es claro que soy tu esposa, nadie se me acerca lo suficiente para evitar pelea contigo -Maldiciendo por lo bajo, el dios chasqueó sus dedos para ser destellados al salón donde había más personas pero todos sonaban alegres mientras bailaban.

𝑺𝒉𝒐𝒘 𝑴𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆Where stories live. Discover now