𝑺𝒉𝒐𝒘 𝑴𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆

Demasiado bueno para ser verdad

"...Alimentados de mucho dolor
Compartiendo agujas, pero de las que tocan 78's
No bailo si no bailo sólo
Da un poco de azúcar al espejo si mi amante se ha ido
Y caer en un escalofrío de tiburones
Que pueden llevarme al ojo de la tormenta..."

-Done and Dusted, My Jerusalem.

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Heracles se quedó mudo después de ver cómo su hermano salió corriendo tras la reina de Esparta, sintiendo más vergüenza por la forma en la que Jackie observaba la escena ladrando su cabeza curiosa ante la situación que ambos estaban presenciando.

-Creo que otra vez me han dejado sola, bueno, al menos en esta ocasión tengo una agradable compañía, ¿por qué no me ayuda a localizar a la pequeña dama Hlökk sir? Le prometo que valdrá la pena -El dios asintió sin poder decir palabra alguna, dejando que la albina sostuviera su mano para guiarle por los pasillos hasta llegar a una habitación que tenía un peculiar letrero.

"Habitación de Hlökk y Jack"

Aunque al nombre le había agregado la forma femenina en honor a que ahora su humano era una bella damisela.

Jackie dio dos suaves toques a la puerta, siendo recibida por la pequeña valquiria que le abrazó eufórica de que hubiese vuelto con ella, aunque su emoción cambió en cuanto sus ojos claros divisaron la figura del famoso dios por el cual agredieron a su delicado humano.

-Jackie, sabes que adoro pasar mucho tiempo contigo... Pero él no es bienvenido ¡Esos dioses te hicieron mucho daño cuando sólo peleaste para defenderte! -Heracles se sintió mal. Tras regresar del limbo, pidió saber todo lo que ocurrió después de su pelea, sintiendo que su corazón se oprimía al ver cómo muchos dioses le arrojaron piedras y demás cosas a Jack que se encontraba malherido intentando con las pocas fuerzas que tenía el salir de la arena.

Comprendía el enojo de la valquiria, pero él no pensaba hacerle daño a Jackie. Si, le había juzgado muy mal pero a medida que su pelea avanzaba, pudo ver que todo lo que hizo en vida fue para sobrevivir en un mundo que le dio la espalda y sólo se dedicaba a desquitar frustraciones en un alma tan pura como esa.

Jacqueline soltó un suspiro tras oír la diabrata de su pequeña dama, masajeando su sien antes de inclinarse hacia Hlökk para que detuviera aquello.

-My darling, sir Heracles ha sido amable conmigo... incluso me propuso matrimonio con una manzana y yo también lo hice hace un rato atrás en el jardín...

Hlökk guardó silencio y dando una última mirada hostil al dios, comenzó a saltar emocionada por saber que habría una boda. A diferencia de sus hermanas, ella sentía un apego fraternal a Jack, por lo que saber que se comprometió por voluntad propia y no por obligación (aunque originalmente sí lo fue) hizo que todo su enojo contenido hacia el dios de la justicia griego se esfumara.

-¡¿Qué hacen allí de pie?! ¡Pasen que debemos planear una boda! Hay tanto que hacer... ¡Debemos incluir tus costumbres Jackie, son perfectas para este tipo de eventos! -La valquiria parecía una pequeña mariposa revoloteando alrededor de la albina, no obstante, al recordar que venía acompañada, jaló del brazo al dios para inspeccionarlo -Ni creas que te casarás usando eso. Debes vestir un traje, Jackie usará un bello vestido blanco y no puedes ir como un cavernícola de lo contrario, arruinarás el día más feliz de mi chica

Heracles no comprendía en qué momento pasó de ser alguien odiado a tener relevancia en la conversación de ambas féminas.

-Yo creo que sir Heracles lucirá atractivo con lo que sea que desee usar, my darling~ -La risa de Jackie era tan vibrante que su corazón saltó en su pecho y sin poder evitarlo, se inclinó para dejar un pequeño beso sobre la sien de la albina, tiñendo sus mejillas de carmín por aquella muestra de afecto frente a la valquiria.