camino de flores | daerin

4. Por esto Taylor Swift escribe lo que escribe.

"Así que apaga las luces, dime cosas como...
"No puedo dejar de mirarte"
No soy nadie especial, solo otra chica ingenua
Que está desesperadamente enamorada de ti".
Superstar – Taylor Swift.

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Haerin pasa sus fines de semana en su casa, encerrada mientras hace maratón de películas de los 2000 y duerme hasta tarde, abrazada a Holli. Es su periodo semanal de "hibernación" y descanso social.

Nada es muy productivo los días sábados, pero ahora que tomó la decisión de ir al partido de voleibol en la escuela solo por Minji, le está costando darse ánimos para arreglarse, comer temprano y tener las energías necesarias para salir.

—Este milagro tuyo despertando temprano —se burla Haeun, desde la mesa donde está tomando desayuno.

Haerin había aparecido en la puerta de la cocina rascando su ojo derecho, con una expresión de somnolencia que causaba risa. Se nota demasiado que despertarse temprano no ha sido la decisión más genial del día.

—Déjala. Ya tiene que empezar a despertar más temprano los fines de semana —comenta su madre, quien está sentada al lado de Haeun. —Ven a comer, te serviré un poco de sopa. Hoy hace frío.

Dentro de lo regular, Haerin no suele tomar desayuno apenas despierta porque su boca tiene un mal aliento y está tan dormida que ni siquiera disfruta de lo que come, por lo que prefiere esperar una hora o menos para hacerlo.

Ahora que su madre se lo está ofreciendo, difícilmente se puede negar y solo acepta, sentándose en la mesa enfrente de Haeun.

—¿Harás algo? —susurra su hermana.

Haerin la mira confundida.

—Vamos, duermes hasta las dos de la tarde, si te despiertas a las diez de la mañana alguna excusa debes tener.

—¿No sirve querer regular mi sueño? —pega un bostezo.

Haeun entrecierra los ojos, bastante insegura por esa respuesta. Haerin no es el tipo de persona que regula su horario de sueño inmediatamente y tan de repente, menos los fines de semana. Está segura que algo más ha influido en su dolorosa decisión.

—No te creo nada —asegura.

Y como Haerin es pésima mintiendo y su hermana entiende el lenguaje corporal mejor que nadie, se resigna totalmente.

—Bueno —suspira —, pero prefiero decírtelo después.

—¿Vas a vender cosas ilícitas?

—No, tonta —frunce el ceño —. No quiero que mamá sepa.

Al parecer eso es suficiente para que Haeun no insista en hablar del tema en ese momento, pero tampoco puede negar que está curiosa.

Haerin es una persona muy poco activa, socialmente hablando; entonces, que tenga algo planeado fuera de la escuela, de sus dos únicas amigas o de su familia, si llama la atención de su hermana porque ella la conoce muy bien y sabe los intereses de Haerin.

Ella definitivamente no se hubiera despertado tan temprano de no ser algo realmente importante.

Luego de que Nari deja el tazón con sopa enfrente de Haerin, la conversación se vuelve un poco más activa para las tres.

Es ahí donde los futuros (muy futuros) panoramas de la familia Kang toman sentido.

—Tu abuela quiere que vayamos a Jeonju para navidad —dice su madre, cortándole un pedazo de tortilla de huevo para pasárselo en un plato más pequeño.