camino de flores | daerin

24. Messy top lip kiss.

"A veces quiero vivir una vida tranquila a tu lado
Porque eres mi persona favorita
La cual no puedo perder".
Lucky – Crying City.

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Por primera vez, luego de un montón de tazas de té y conversaciones nocturnas, Danielle está dentro de la casa de Haerin con bastante nerviosismo encima.

No es que su relación con la familia Kang sea mala (quitando el hecho de que la señora Nari es un poco bromista desde que plantó los tomates), pero siempre que está en lugares ajenos o nuevos Dani siente que puede arruinar todo con solo respirar.

Más aún con todo lo que la directora Jeon le dijo sobre ser una "problemática".

No podía negar que se sentía culpable.

—Mi mamá está buscando un desinflamatorio para que te lo tomes, ¿bueno? —avisa Haerin, la cual aparece por el pasillo con Holli caminando detrás suyo.

Eso hace que Dani sonría, ya que el gato de Haerin es adorable y le encanta porque es rechoncho, con mucho pelaje. Y es torpe, con mucha suerte lo ha escuchado maullar. Es un gato de casa.

—Me gusta mucho tu gato —dice de repente. —Es como una bola de pelos.

—Sí, pienso lo mismo —Haerin se sienta a su lado y da un suspiro. —¿Nunca habías entrado a mi casa?

—Creo que no. Recuerdo que entré cuando fue la fuga de agua, pero eso fue algo de imprevisto y no me fijé en nada. Ahora me doy cuenta que hay muchos cuadros.

Danielle mira la sala de la casa de Haerin y es muy parecida a la suya. Tiene una mesita en el centro, unos dos sofás para una persona en cada esquina entre un mueble alto de madera oscura, mientras que en la pared de la ventana está el sofá más largo y los tres son de color azul marino.

El mueble tiene cuadros y son aquellos los que le llaman la atención e intenta verlos desde lejos, pero sin mucho éxito.

Por eso, con gran dificultad por el dolor en su trasero, se levanta y se dirige bajo la confusa mirada de Haerin, pero no la detiene.

Las fotos que están enmarcadas se ven bastante especiales para Danielle. Hay una que es de Haeun y Haerin, pero de niñas y están en la playa o eso se puede ver de fondo. Luego, al lado, hay una de la madre de Haerin que también está en la playa y otra más al lado, que son las tres en el mismo lugar. Abajo, está la foto de graduación de Haeun y al otro lado está Haerin con Holli, pero cuando él era bastante pequeño, seguramente cuando lo adoptó.

Danielle sonríe.

—¿Hace cuánto tienes a Holli? —pregunta, volteándose para mirar a Haerin.

Ésta se levanta y se acerca a ella, así mira la foto.

—Hace unos cinco años. Lo encontré herido en la calle y nadie realmente quiso cuidarlo. Yo en ese momento tenía una obsesión preocupante con los gatos y no podía tener. Mi mamá no me dejaba.

—¿No? —frunce el ceño.

—No, decía que le iba a provocar alergia. Pero a mí no me importó —Haerin ríe. —Tenía doce años.

—¿Es excusa?

—Para mí, sí. Solo quería ser feliz.

Danielle sonríe con esa frase que le es adorable.

—Y bueno, simplemente lo rescaté. Estaba tirado en una caja cerca de la farmacia y un día fui escondida y me lo traje —continúa —. Mi mamá puso el grito en el cielo y me regañó de la peor manera que lo pude haber hecho, pero con Haeun unnie lo llevamos al veterinario y usé todos los ahorros que me dio mi abuela en cuidarlo hasta que estuviera mejor. Y ahora míralo, es un gordito feliz.