Haerin nunca ha sido una suertuda en el amor y es algo que Hyein y Hanni le han dado a entender a diario por cómo sus ojos se fijan en las personas menos indicadas para empezar a sentir algo bonito.
Todo lo que puede considerarse como un "interés r...
"Eres mi luz de las estrellas Mi sol Todo lo que quieras Eres tú quien brilla más". Starlight – Taeil.
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Haerin llega al salón de Ivy Jin (y de Hanni) y lo primero que siente es bastante intimidación por los chicos que están allí dentro. Todos se ven casi iguales por el uniforme de la escuela, que es una camisa blanca abotonada y de mangas cortas, con una falda oscura para las mujeres y un pantalón del mismo tono para los hombres.
El plan es dejarle una barra de chocolate con un mensaje pequeño que dice: "para que endulces tu vida". Algo tan cursi, pero sencillo como eso. Son detalles que Haerin nunca ha hecho por alguien y ahora se siente extraño hacerlo por Ivy, pero no se va a arrepentir.
Haerin asoma su cabeza por la puerta y busca una manera indiscreta de encontrar el puesto de Ivy. Por supuesto, no hay nada y si estuviera Hanni sería tan útil, porque podría pedirle a ella la información.
Pero no, Hanni a esta hora está en repaso de contenidos en el salón A, entonces solo le queda adivinar algo que es casi imposible en ese momento.
Haerin suspira y deja caer sus brazos con pesadez en el aire, ya casi dándose por vencida. Y eso significa que ya se irá sin siquiera intentar encontrar otra solución, pero enseguida levanta la mirada hacia el pasillo, la ve a ella.
Es tan elegante, tan genial, tan femenina e imponente que su alrededor podría llenarse de luces con solo sonreír. Es como si todo se detuviera con ella o como si su aura entera fuera la canción Tell Me de Fifty Fifty.
Sí, esa canción describe muy bien lo que irradia genuinamente Ivy y eso le gusta a Haerin, pero también le da nervios.
Sobre todo le da nervios saber que cada vez está más cerca y no ha hecho nada más que mirarla como una acosadora, sin siquiera pestañear.
No puede seguir así. Sino, va a descubrirla y también le puede preguntar por qué no le contestó la noche anterior, su mensaje de Instagram.
Haerin no va a decirle que fue porque se sentía tan nerviosa que no sabía que contestar a un simple saludo, es muy vergonzoso.
Es por eso que se da miedo vuelta lentamente y empieza a caminar cuidadosamente, en sentido contraria dándole la espalda. Es lo mejor que puede hacer para que no la descubran. Ella no conoce su espalda, ¿verdad? Imposible que la reconozca por simplemente mirar su cabello castaño cayendo por su espalda.
—¡Haerin!
«¡MALDITA SEA»
Haerin cierra sus ojos fuertemente antes de voltear.
Inconscientemente guarda el mensaje y el chocolate en el bolsillo de su chaqueta, así nada es lo suficientemente evidente por el Santa Secreto, ni por su intención de acercarse con ese interés especial.
